Sidney Sonnino
Sidney Sonnino (Pisa, 11 de marzo de 1847-Roma, 24 de noviembre de 1922) fue un político italiano. Fue primer ministro de Italia en 1906 y en 1909-1910. Se le recuerda principalmente por su cargo de ministro de Exteriores durante la Primera Guerra Mundial. BiografíaSonnino era hijo de un judío italiano de Livorno y una británica protestante.[1][2] La familia, tras vivir en Egipto, se había mudado a Pisa, donde nació Sonnino.[2] Culto y lacónico, era discreto e imperturbable.[2] Muy valorado como político,[1] se le consideraba de objetivos claros y moderado.[1] Hablaba inglés perfectamente.[2] Comenzó su carrera pública en el servicio diplomático.[2] TrayectoriaEn 1880 fue elegido diputado por San Casciano in Val di Pesa. Se definía como político aperturista y partidario del sufragio universal. En 1889 fue nombrado subsecretario del Tesoro.[2] En 1893 fue ministro de Finanzas en el gobierno de Francesco Crispi, cargo que desempeñó en varios gobiernos.[2] Se le consideraba una autoridad en temas financieros y política exterior.[1] Favorable a la Triple Alianza, se opuso al irredentismo italiano, considerándolo «infantil».[1] Fue dos veces primer ministro, aunque brevemente, en 1905-1906 y en 1909-1910.[2] Ministro de Asuntos ExterioresTras su cortas etapas como primer ministro fue ministro de Asuntos Exteriores con Antonio Salandra en 1914.[1][3] Su escasa duración al frente del ejecutivo se debía a su retraimiento y su reticencia a mezclarse con la clase política profesional.[1] Al comienzo de la Primera Guerra Mundial defendió la entrada en la contienda del lado de los aliados italianos, los Imperios Centrales.[1][3] En octubre de 1914, obtuvo la cartera de Asuntos Exteriores al fallecer el ministro el marqués de San Giuliano; mantuvo el puesto hasta junio de 1919.[4] Con una mezcla de imperialismo y Realpolitik, Sonnino no dejó que el idealismo de su vida privada influyese en sus maniobras políticas respecto a la guerra.[5] En noviembre de 1914, Sonnino y el primer ministro Salandra, inseguros de su posición en el gobierno, mantuvieron una extrema cautela respecto a la guerra.[5] El ejército italiano no se hallaba listo para un enfrentamiento y la opinión pública era contraria a entrar en guerra.[5] Llevó a cabo negociaciones con los dos bandos.[6] En 1920 es nombrado senador.
Notas y referencias
Bibliografía
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