Sancho I de ÁvilaSancho fue un religioso español, obispo de Ávila entre los años 1121 y 1133. Fue el primer obispo después de que la diócesis fuera administrada por Jerónimo de Perigord. Hasta el año 1120, las nuevas diócesis instauradas con la conquista cristiana y la repoblación, como Ávila y Salamanca, fueron regidas por Jerónimo de Perigord. A la muerte de este fue elegido un prelado llamado Pedro, que aparece en un documento de 9 de enero de 1121 de un concilio provincial celebrado en Santiago de Compostela y convocado por Diego Gelmírez. Aparece como P. electum Avilensem.[1] De hecho, el cronista Gil González Dávila le llama 'Pedro Sánchez Zurraquines'.[2] Probablemente este personaje murió antes de tomar posesión del cargo, y el mismo año, aparece Sancho como obispo electo, convocado en Santiago para la recepción del cardenal legado Bozzo. Allí fue consagrado y prometió obediencia al arzobispo metropolitano.[1] Durante su episcopado, o el de su sucesor, el rey Alfonso VII otorgó a la catedral de Ávila la tercera parte de las rentas y derechos que la corona tenía dentro de la diócesis.[3] La dirigió hasta 1133 y le sucedió su hermano y arcediano de la catedral abulense, Íñigo. El funeral de Sancho fue presidido por el obispo Pedro de Segovia.[4] Referencias
Bibliografía
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