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Penny Foolish
«Penny Foolish» («Loco por un centavo» en Hispanoamérica y «Tonto por un céntimo» en España) es un episodio de la sexta temporada, perteneciente a la serie infantil animada Bob Esponja. Aaron Springer y Dani Michaeli escribieron el episodio, mientras que Alan Smart se encargó de dirigir la animación. En este episodio, Don Cangrejo intentará obtener una moneda de un centavo que encontró el protagonista. Sinopsis El episodio comienza cuando Don Cangrejo va de compras a un supermercado de descuentos a comprar víveres, y se entera de que sus cupones ya no son válidos para canjear. Como cambio, ve retornar dos monedas de cinco centavos. Al terminar, ve a Bob Esponja encontrar un centavo en el piso, el cual gira sobre él y lo recoge con naturalidad; como si nadie más lo hubiese visto. Declara que lo recuerda “como si hubiera pasado hace sólo un momento”, sin embargo, su distracción atasca la fila. Don Cangrejo se retira de la tienda. Esa noche, Don Cangrejo elucubra sobre las personas que encuentran dinero en la calle sin hacer ningún esfuerzo. Intenta encender su autoestéreo, pero las perillas le figuran monedas, por lo que evita activarlo; sin embargo, también alucina con el volante y acusa a la luna por sus alucinaciones, pero también le encuentra forma circular, por lo que promete todo para poder tenerlo. Al día siguiente, Don Cangrejo saluda a Bob Esponja con más alegría, preguntando si quería compartir algo con él; pero Bob sólo le informa del maravilloso día que ha visto. En la cocina, Don Cangrejo le pide prestado a Bob Esponja un centavo; pero éste le informa que no tiene ninguno, tras ver todas sus bolsas. Don Cangrejo se convence de haberse caído en algún sitio, por lo que decide agitarlo con tal de sonsacarle la moneda, pero su cerebro sale. Éste huye y se esconde en un barril-silla, pero Bob lo encuentra. Don Cangrejo se sorprende de la falta de centavos. Más tarde, unos ruidos ensordecedores llegan a oídos de Bob: Don Cangrejo inaugura un cine, prometiendo cobrar las entradas a 1 centavo. Sin embargo, el pésimo argumento de la película que se inventa, aunado a querer regalar folletos, provoca que la gente se vaya del lugar. Bob le ruega a Don Cangrejo entrar, pero no consigue entrar porque le falta un centavo. Presa de la desesperación, Don Cangrejo destruye el cine. Esa noche, Bob asiste a una Conferencia Semi-anual de Caridad del Crustáceo Cascarudo; donde Don Cangrejo exhibe unas diapositivas, pidiéndole a Bob que done un centavo. Triste, Bob admite no tener un centavo. Don Cangrejo se desespera más. Luego, con una camioneta falsa para entrega de flores, Don Cangrejo se arma de radares y dispositivos de búsqueda para encontrar el susodicho centavo. Entra al domicilio con un detector de metales para rastrear el centavo. Tras investigar por toda la casa, llega a la cocina, donde hurga en el interior de Gary. Bob lo encuentra, y le reprocha la presencia del dispositivo. Resignado, Don Cangrejo le confiesa que le dé el centavo que se halló el otro día. Bob le explica que es sólo una goma de mascar seca que junta para su colección. Don Cangrejo se queda aliviado y se retira, no sin antes regalarle el detector. Bob le regala el chicle a Gary, pero éste lo rechaza; sin embargo, su saliva revela que es un billete de 500 dólares simplemente arrugado. Bob se arrepiente por el billete y lo tira al piso, retirándose a dormir. Al terminar el episodio, se revela que Don Cangrejo sigue buscando el mencionado centavo, alrededor de la piña de Bob.
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