Irene Geis
Irene Bluthenthal Geis (Alemania, 6 de febrero de 1938- Santiago, junio de 2022) fue una periodista judía, escritora, editora, docente y presentadora de televisión chilena. BiografíaNació el 6 de febrero de 1938 en Alemania (República Federal de Alemania). Hija de un matrimonio judío-alemán, quienes dado el surgimiento del radicalismo del poder Nazi y el inicio de la Segunda Guerra Mundial, se vieron obligados a emigrar a Chile cuando apenas Irene tenía un año.[1] Llegaron a Chile en febrero de 1939 en uno de los últimos barcos tripulados con judíos que salió de Alemania antes que estallara la guerra.[2] Cursó su educación media en el Liceo 7 de niñas Luisa Saavedra de González de Providencia.[3] A Irene siempre le gustó escribir, de pequeña escribía poesía, pero no fue hasta que asistió a una charla dictada por el periodista y profesor Ernesto Montenegro, realizada en el Liceo 7, sobre la recientemente creada Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, que fue cuando Irene encontró su vocación y decidió entrar a estudiar esta carrera.[2] Estudió Periodismo en la Universidad de Chile entre los años 1956 y 1960, convirtiéndose en una de las primeras mujeres periodistas del país y una de las primeras egresadas de la Escuela.[1] Una vez egresada, inició su carrera profesional como reportera del diario La Tercera de la Hora, donde su jefe fue Luis Fuenzalida.[4] Cuatro años más tarde realizó labores como redactora en Flash,[3] revista especializada en el periodismo gráfico, para posteriormente asumir el 26 de marzo de 1965 la dirección de las revistas 7 Días, puesto que ocupó hasta el 9 de enero de 1967, delegando la dirección a Fernando Reyes Matta.[5] En 1967 incursionó como libretista y conductora del programa Emisión Cero transmitido por el Canal 9 de televisión de la Universidad de Chile,[1] trabajo que la hizo conocida a nivel nacional. Este mismo año recibió el Premio Lenka Franulic, premio que reconoce la trayectoria en el periodismo femenino entregado por la Asociación Nacional de Mujeres Periodistas de Chile, y el Premio Taller de los 60 de Casa de las Américas por su trabajo periodístico.[3] Retomó en 1967 su trabajo de reportera política del diario La Segunda, donde conoció a Manuel Cabieses, redactor político de Última Hora, y fue quien influyó en su definición política.[2] Irene comenzó a tener una participación más comprometida en la Agrupación de Reporteros Políticos, ya no siéndole indiferentes los problemas propios de su gremio ni del país.[2] Dos años más tarde renunció a La Segunda y en 1969 fue nombrada Directora de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Concepción, convirtiéndose en la primera mujer en ostentar este cargo en toda América del Sur.[1] Luego que Salvador Allende resultara electo presidente de Chile, Irene regresó a Santiago y, convencida por Rodrigo Ambrosio, ingresó como militante al Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU).[2] En 1971 volvió a trabajar en el Canal 9 de televisión de la Universidad de Chile como editora de “Programas Especiales”, y como conductora de los programas “Contrapunto” y “Aire Libre”.[3] Un año después, en 1972, animó el programa "Vamos Mujer'' de Canal 7 de Televisión Nacional de Chile.[3] Tras el Golpe de Estado de 1973, Irene se vio obligada al exilio. Buscó refugio en Buenos Aires, Argentina, donde llegó a formar parte del equipo de redactores de la sección internacional del matutino La Calle.[3] En 1976 comenzó a trabajar como asistente de Jacobo Timmerman, director del diario La Opinión.[1] Sin embargo, una vez instaurada la dictadura cívico-militar de Videla, el Proceso de Reorganización Nacional, Timmerman fue secuestrado, y Geis se vio nuevamente obligada a emigrar, pero esta vez volvió a su natal Alemania.[2] Estuvo radicada allí por un par de meses, habitando una pieza de hotel, en donde escribió su primer libro “Exiliario”.[2] En 1977 retornó a Chile, periodo que fue muy difícil dado que todos sus conocidos le negaban el contacto y no podía encontrar trabajo. Buscó nuevas opciones y estudió cosmetología para ganarse la vida.[2] Logró conseguir trabajo como corresponsal para algunos periódicos europeos y para el Latin American Newsletter.[3] En 1980 se comenzó a publicar la revista Clan, donde trabajó como redactora y traductora de alemán.[2] En 1982 comenzó a trabajar como redactora política de la revista Análisis y con ello llegó la estabilidad a su vida.[2] En 1984, Irene trabajó como corresponsal en Chile para el diario italiano Il Manifesto y para el diario argentino La Razón.[3] Con el tiempo se convirtió en corresponsal de otros medios como la revista El Periodista, de Argentina, y la revista Nueva Sociedad, de Venezuela.[3] En 1987 se convirtió en editora general y copropietaria de la revista Pluma y Pincel, y es nombrada directora del diario Fortín Mapocho, famoso medio de oposición a la dictadura chilena.[3] Para el año 1989, Irene decidió volver a la docencia trabajando en la Escuela de Periodismo de la Universidad Bolivariana.[3] En 1990, Geis se integró al diario La Nación trabajando como editora de la sección Sociedad y Ciudad.[3] Ese mismo año, la Escuela de Periodismo de la Universidad Academia Humanismo Cristiano le ofreció el puesto de profesora y, posteriormente, el cargo de directora de escuela.[3] Desde el año 1998, trabajó como profesora de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, donde dictó la cátedra de Periodismo Político.[3] Entre los años 1996-1998, encabezó el proyecto de investigación “Los hilos invisibles del deporte” junto al profesor Héctor Vera Vera y la periodista Clara Isabel Pérez, investigación que contó con el apoyo de Fondecyt.[3] PublicacionesFicción
Académico
Referencias
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