Instituto Carl SaganEl Instituto Carl Sagan: Pale Blue Dot and Beyond ("Punto Azul Pálido y más allá") se fundó en 2014 en la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York, para promover la búsqueda de planetas y lunas habitables dentro y fuera del Sistema Solar. Se centra en la caracterización de exoplanetas y los instrumentos para buscar signos de vida en el universo.[1][2] La fundadora y actual director del instituto es la astrónoma Lisa Kaltenegger. El Instituto, inaugurado en 2014 y rebautizado el 9 de mayo de 2015, colabora con instituciones internacionales en campos como la astrofísica, la ingeniería, las ciencias de la tierra y la atmósfera, la geología y la biología con el objetivo de adoptar un enfoque interdisciplinario de la búsqueda de vida en otras partes del universo y del origen de la vida en la Tierra.[1][3] Carl Sagan fue miembro de la facultad de la Universidad de Cornell a partir de 1968. Fue Profesor David Duncan de Astronomía y Ciencias Espaciales y director del Laboratorio de Estudios Planetarios hasta su muerte en 1996.[1] InvestigaciónEl objetivo principal del Instituto Carl Sagan es modelar firmas espectrales atmosféricas, incluidas firmas biológicas de planetas y lunas conocidos e hipotéticos para explorar si podrían ser habitables y cómo podrían detectarse.[4] Su investigación se centra en exoplanetas y lunas que orbitan en la zona habitable alrededor de sus estrellas anfitrionas. La caracterización atmosférica de tales mundos permitiría a los investigadores detectar potencialmente el primer exoplaneta habitable.[4] Un miembro del equipo ya ha elaborado un "catálogo de colores" que podría ayudar a los científicos a buscar señales de vida en exoplanetas.[5] Catálogo de espectros de biorreflectanciaLos científicos del equipo utilizaron 137 especies de microorganismos diferentes, incluidos extremófilos que se aislaron de los entornos más extremos de la Tierra, y catalogaron cómo cada forma de vida refleja de manera única la luz solar en las porciones visible e infrarroja cercana a infrarroja de longitud de onda corta (0,35 a 2,5 µm) de la espectro electromagnético.[6] Los astrónomos podrían utilizar esta base de datos de 'huellas dactilares de reflexión' (espectro) individuales como posibles firmas biológicas para encontrar grandes colonias de vida microscópica en exoplanetas distantes.[5] Una combinación de organismos produciría un espectro mixto, también catalogado, de luz que rebota en el planeta. El método también se aplicará para detectar vegetación.[7] El objetivo del catálogo es proporcionar a los astrónomos una comparación de referencia para ayudar a los científicos a interpretar los datos que obtendrán de telescopios como WFIRST y E-ELT.[5] La radiación ultravioleta en formas de vida también podría inducir biofluorescencia en longitudes de onda visibles que podrían ser detectadas por la nueva generación de observatorios espaciales en desarrollo.[8][9] Véase tambiénReferencias
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