Hueso largoSe llaman huesos largos a aquellos en los cuales predomina la longitud sobre la anchura. Se articulan en los miembros, unos huesos largos a continuación de otros, para formar columnas resistentes, cuando se hallan en extensión. En cambio, todas las articulaciones son movibles para formar palancas. Se advierte, por lo general, que la mayor parte de estas palancas son del tercer género, es decir que la potencia está disminuida en relación con la intensidad de acción. Pero consideradas bajo el aspecto de la velocidad de los movimientos, se encuentran dispuestas favorablemente puesto que aseguran la rapidez y energía de los movimientos. EstructuraCada hueso largo se compone de cuerpo y dos extremidades.
Conformación interiorHaciendo un corte vertical en estos huesos, se comprueba la existencia de una cavidad completa dentro de ellos denominada cavidad medular. Esta ocupa la diáfisis, aunque no completamente pues casi siempre terminan sus dos extremos antes de llegar a las extremidades del hueso. No tiene la forma misma que el exterior de la diáfisis, por el contrario la mayor parte de las veces parece un ovoide muy prolongado; recibe la terminación de los conductos nutricios más grandes, contiene en su interior sustancia reticular en diversas proporciones, según sea el hueso; en pocos, esta sustancia ocupa toda la cavidad medular, en la mayoría corresponde hacia los dos extremos. Cuando el hueso se halla en estado fresco, la cavidad medular está rellena de tejido medular, casi líquido. Esta cavidad aumenta de diámetro a medida que avanza la edad. Los extremos (epífisis) de los huesos largos son voluminosas. En un corte vertical, su interior no presenta cavidades. Su aspecto habitual es el de una estructura de hueso esponjoso con trabéculas. La orientación y grosor de las trabéculas, es característico para cada uno de los diferentes huesos largos. FunciónEstas particularidades de construcción se hallan en armonía con las funciones correspondientes a estos huesos; las extremidades son ligeras y voluminosas, para hacer más firmes las articulaciones, favorecer los movimientos por el menor peso y aumentar la potencia muscular por lo que quitan de paralelismo a los tendones en el momento de insertarse. MecánicaEl comportamiento biomecánico del hueso, resulta complejo por sus características de ser: heterogéneo, anisotrópico y viscoelástico. Véase tambiénBibliografíaJulian Calleja y Sánchez (1870). «Consideraciones generales de osteología». Tratado de anatomía humana. 2:Esqueletología. Valladolid: Hijos de Rodríguez. p. 25. Referencias
|