Share to: share facebook share twitter share wa share telegram print page

 

Habiz

El habiz[1]​ (en árabe: وَقْف‎, waqf; plural أَوْقَاف, awqāf), también llamado en el Magreb ḥabs (en árabe: حَبْس; plural حُبوس, hubūs, o أَحْباس, aḥbās), o más frecuentemente bienes habices, es una donación religiosa inalienable en el Islam, típicamente un edificio o tierras ofrecidas por una persona a religiosos musulmanes o para obras de utilidad pública o caritativa. Es una donación en usufructo a perpetuidad, que en el mundo islámico se torna por tanto inembargable. Eduardo Manzano Moreno lo define como «un legado inalienable cuyos frutos o uso estaban destinados a una causa piadosa».[2]

Si el azaque (zakat) o limosna es obligatorio para todo musulmán solvente, el habiz es facultativo. Proviene en todo caso del mismo espíritu de entrega de los bienes creados a la comunidad de creyentes y a Dios. En cualquier caso, es una obligación caritativa (Corán: v. 92. 3).

Historia

Según diferentes tradiciones (ahadith), el propio Profeta habría animado a sus primeros discípulos a efectuar donaciones de esta naturaleza.[3]​ En respuesta a uno de sus compañeros, Omar ibn al-Jattab, que le interrogaba para saber cómo debía utilizar una tierra que había adquirido, y si había que darla en limosna, el Profeta le aconsejó inmovilizar los fondos y dar en limosna el producto obtenido.

De hecho, la práctica de las donaciones habices solo comenzó a difundirse a partir de la muerte del Profeta y progresivamente se llegó a generalizar. Podía tratarse de donaciones de tierras, incluso de grandes extensiones, jardines, pero también viviendas, tiendas, hornos, baños, prensas, cuadras, caravansares, albergues, etc.

Eduardo Manzano Moreno, tras poner ejemplos de bienes susceptibles de ser constituidos como habices —«un caballo para la Guerra Santa, unas joyas para los esponsales de los pobres, unos libros para su estudio por aprendices de ulemas o, más frecuentemente, unas tierras para que sus rentas sirvieran para el mantenimiento de una determinada mezquita»— advierte que «en ocasiones la constitución de estos habices podía tener motivaciones menos nobles», ya que podían servir para sortear «las rígidas normas testamentarias del derecho islámico» priorizando unos herederos frente a otros —cuando se establecía un habiz se tenía la potestad de determinar a quién iba dirigido el bien—. Asimismo los deudores podían escapar a sus acreedores al constituir un habiz con todos sus bienes que pasarían a sus hijos y declararse así insolventes.[2]

Financiación de escuelas y hospitales

Después del establecimiento del habiz y las fundaciones de las Madrazas estuvieran firmemente establecidas en el siglo X, el número de hospitales se multiplicó por todas las tierras del Islam. En el siglo XI, el sistema islámico de salud cubría todas las ciudades, dotadas de al menos un hospital. Los fondos del habiz consiguieron no solo construirlos sino que incluían los salarios de los médicos y los especialistas, como oftalmólogos o cirujanos, así como la farmacia, personal auxiliar y elementos mobiliarios. Con esas fundaciones también se proveyeron escuelas de medicina con todos los gastos de profesorado, alumnos e instalaciones.[4]

Notas y referencias

  1. Real Academia Española. «habiz». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 7 de febrero de 2023. 
  2. a b Manzano Moreno, Eduardo (2018) [2010]. Épocas medievales. Vol. 2 de la Historia de España, dirigida por Josep Fontana y Ramón Villares. Segunda reimpresión en rústica. Barcelona-Madrid: Crítica/Marcial Pons. pp. 219-220. ISBN 978-84-9892-808-2. 
  3. Joseph Schacht, An introduction to Islamic Law, Oxford University Press, 1964, p. 18. Schacht considera que los orígenes del habiz se corresponden con la tradición de las iglesias orientales de la época, al espíritu caritativo de los primeros musulmanes y, más tarde, a la necesidad de reglamentar y completar las disposiciones de la Sunna relativos a la herencia.
  4. Micheau, Francoise, «The Scientific Institutions in the Medieval Near East», pp. 999-1001 ., in (Morelon y Rashed, 1996, pp. 985-1007)

Véase también

Enlaces externos

Kembali kehalaman sebelumnya


Index: pl ar de en es fr it arz nl ja pt ceb sv uk vi war zh ru af ast az bg zh-min-nan bn be ca cs cy da et el eo eu fa gl ko hi hr id he ka la lv lt hu mk ms min no nn ce uz kk ro simple sk sl sr sh fi ta tt th tg azb tr ur zh-yue hy my ace als am an hyw ban bjn map-bms ba be-tarask bcl bpy bar bs br cv nv eml hif fo fy ga gd gu hak ha hsb io ig ilo ia ie os is jv kn ht ku ckb ky mrj lb lij li lmo mai mg ml zh-classical mr xmf mzn cdo mn nap new ne frr oc mhr or as pa pnb ps pms nds crh qu sa sah sco sq scn si sd szl su sw tl shn te bug vec vo wa wuu yi yo diq bat-smg zu lad kbd ang smn ab roa-rup frp arc gn av ay bh bi bo bxr cbk-zam co za dag ary se pdc dv dsb myv ext fur gv gag inh ki glk gan guw xal haw rw kbp pam csb kw km kv koi kg gom ks gcr lo lbe ltg lez nia ln jbo lg mt mi tw mwl mdf mnw nqo fj nah na nds-nl nrm nov om pi pag pap pfl pcd krc kaa ksh rm rue sm sat sc trv stq nso sn cu so srn kab roa-tara tet tpi to chr tum tk tyv udm ug vep fiu-vro vls wo xh zea ty ak bm ch ny ee ff got iu ik kl mad cr pih ami pwn pnt dz rmy rn sg st tn ss ti din chy ts kcg ve 
Prefix: a b c d e f g h i j k l m n o p q r s t u v w x y z 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9