Fiebre de las trincheras
La fiebre de las trincheras es una enfermedad transmitida por el piojo humano.[1] Esta enfermedad fue descrita extensamente durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En la actualidad, la enfermedad se reporta en personas en situación de sinhogarismo.[2] Se han descrito brotes en Estados Unidos y Francia. Otros nombres con que se le conoce son: fiebre de Wolhynia, fiebre quintana, fiebre de los cinco días, fiebre de Meuse, enfermedad de Werner-His. EtiologíaEl agente etiológico es la bacteria Bartonella quintana y el vector es el piojo humano Pediculus humanus corporis. Patología y transmisiónBartonella quintana es transmitida por la contaminación de una herida en la piel con las heces del piojo humano. SíntomasLa enfermedad ha sido clásicamente descrita por fiebre de cinco días de duración, recidivante y rara vez continua. El periodo de incubación es alrededor de 2 semanas. El inicio de síntomas es brusco con fiebre alta, cefalea, dolor al movimiento ocular, mialgias en piernas y espalda e hiperestesias en la cara anterior de piernas. La fiebre inicial es seguida en pocos días por un pico febril de corta duración o recidivante con periodos asintomáticos entre picos. El síntoma más comúnmente descrito es dolor en las piernas. Los casos letales son excepcionales, e incluso en la Primera Guerra Mundial no se atribuyó ninguna muerte a la enfermedad.[2] DiagnósticoLas pruebas serológicas (como la prueba de Weil-Felix) son útiles para el diagnóstico. El diagnóstico diferencial incluye tifus, ehrliquiosis, leptospirosis, enfermedad de Lyme y exantemas causados por virus (sarampión, rubéola, etc.). TratamientoLas tetraciclinas (doxiciclina) son efectivas. El cloranfenicol es el tratamiento alternativo. La duración del tratamiento es de 7 a 10 días. Referencias
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