Aparentemente, ji no se basa en una letra del alfabeto fenicio, como la mayoría de las demás letras griegas, sino que es una invención de los propios griegos.[5] Por esta razón, se sitúa al final del alfabeto griego, después de las letras de génesis fenicia.
Ji se utilizaba en la mayoría de alfabetos locales arcaicos. Había dos formas comunes para representar su sonido: una con forma de cruz, como la actual equis del alfabeto latino, y otra a su vez más parecida a la letra psi. Sin embargo, algunos alfabetos locales, como los de Thera y Milo, no tenían ji, por lo que su sonido estaba representada por kapa más heta.[6][7]
Sin embargo, en algunos alfabetos griegos occidentales, como el alfabeto eubeo, Χ representaba el sonido del grupo consonántico /ks/. Es por ello que en el alfabeto latino la letra X tiene este sonido. En el alfabeto cirílico, que fue creado mucho tiempo después, Х tiene el sonido del griego moderno y su nombre se pronuncia «ja».
Variantes epigráficas
En las fuentes epigráficas arcaicas aparecen las siguientes variantes:[8]
En el griego koiné y en los dialectos posteriores se convirtió en una fricativa ([x]/[ç]), igual que también lo hicieron Θ y Φ.
En griego moderno, tiene dos pronunciaciones distintas: delante de las vocales alta o anteriores (/e/ o /i/) se pronuncia como una fricativa palatal sorda [ç], como en el alemán ich o como la h en algunas pronunciaciones de las palabras inglesas hew y human. Delante de vocales bajas o posteriores (/a/, /o/ o /u/) y de consonantes, se pronuncia como una fricativa velar sorda ([x]), como en el alemán ach.
La antigua forma latina de transcribir esta letra es como ⟨ch⟩, ya que la C en latín antiguo se pronunciaba /k/ y en griego antiguo Χ se pronunciaba una k aspirada (/kʰ/). Por ello, helenismos antiguos como Κρόνος o Χάος, pasaron al latín como Chronos y Chaos. En español, la ortografía eliminó la H de estas palabras (que originalmente denotaba la aspiración) convirtiéndolas en Cronos y Caos, puesto que en español la aspiración de consonantes no es significativa y además se confundiría con el sonido de che en palabras como «noche» o «chocolate».
No obstante, en otros idiomas, como el francés y el inglés, sí se mantiene la transcripción etimológica ⟨ch⟩, pero a veces se utiliza ⟨kh⟩.[9]
En español, lo adecuado para palabras griegas modernas es transcribirlo como J, ya que es el sonido de esta letra en griego moderno. Además, en griego moderno, a menudo se romaniza también como ⟨h⟩ o ⟨x⟩ en la escritura informal.
En electroestática, la susceptibilidad eléctrica, una constante que relaciona la fuerza del campo electroestático con el momento dipolar por unidad de volumen (también llamado polarización eléctrica inducida) y la permitividad del vacío.
↑Real Academia Española. «ji». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 29 de enero de 2023.
↑Institute of Modern Greek Studies (2013) [1998]. «Χ, χ». Λεξικό της κοινής Νεοελληνικής [Dictionary of Standard Modern Greek] (en griego). Tesalónica: Aristotle University of Thessaloniki. ISBN978-9-602-31085-4. OCLC952174328.
↑Institute of Modern Greek Studies (2013) [1998]. «χι». Λεξικό της κοινής Νεοελληνικής [Dictionary of Standard Modern Greek] (en griego). Tesalónica: Aristotle University of Thessaloniki. ISBN978-9-602-31085-4. OCLC952174328.
↑Kiilunen, Jarmo & Nikki, Nina (2013). Alfa Omega. Soporte del Nuevo Testamento griego. Helsinki: Suomen eksegeettinen seura. pp. 124-127, 161-162. ISBN978-951-9217-58-1.
↑Voutiras, E.: ”The introduction of the alphabet”. De Christidis, A.-F. (2007). A History of Ancient Greek. From the Beginnings to Late Antiquity. Cambridge University Press. p. 267. ISBN978-0-521-83307-3.
↑Karali, M.: ”Writing systems”. De Christidis, A.-F. (2007). A History of Ancient Greek. From the Beginnings to Late Antiquity. Cambridge University Press. pp. 204-205. ISBN978-0-521-83307-3.
↑Poinikastas. «Ancient Greek letter forms». Centre for the Study of Ancient Documents, University of Oxford. Consultado el 2018.