Las vellosidades coriónicas[1] son vellosidades que brotan del corion de la placenta, para proporcionar un área máxima de contacto con la sangre materna.
Son un elemento esencial en el embarazo desde el punto de vista histomorfológico y son, por definición, un producto de la concepción. Las ramas de las arterias umbilicales llevan sangre embrionaria a las vellosidades. Tras circular por los capilares de las vellosidades, la sangre vuelve al embrión a través de la vena umbilical. Así, las vellosidades forman parte del límite entre la sangre materna y fetal durante el embarazo.
Estructura
Las vellosidades también se pueden clasificar por sus relaciones:
Las vellosidades flotantes flotan libremente en el espacio intervelloso. Exhiben un epitelio de dos capas que consta de citotrofoblastos con sincitio superpuesto (sincitiotrofoblasto).
Las vellosidades de anclaje (tallo) estabilizan la integridad mecánica de la interfaz placentaria-materna.
Desarrollo
El corion sufre una rápida proliferación y forma numerosos procesos, las vellosidades coriónicas, que invaden y destruyen la decidua uterina y al mismo tiempo absorben de ella materiales nutritivos para el crecimiento del embrión. Pasan por varias etapas, dependiendo de su composición.
Escenario
Descripción
Período de gestación
Contenido
Primario
Las vellosidades coriónicas son al principio pequeñas y no vasculares.
Hasta aproximadamente el final del segundo mes de embarazo, las vellosidades cubren todo el corion y son de tamaño casi uniforme, pero después de eso, se desarrollan de manera desigual.
Microanatomía
La mayor parte de las vellosidades consiste en tejidos conectivos que contienen vasos sanguíneos. La mayoría de las células del núcleo de tejido conjuntivo de las vellosidades son fibroblastos. También están presentes los macrófagos conocidos como células de Hofbauer .
En 1983, un biólogo italiano llamado Giuseppe Simoni descubrió un nuevo método de diagnóstico prenatal utilizando vellosidades coriónicas.[3]
Célula madre
Las vellosidades coriónicas son una rica fuente de células madre. Las células madre coriónicas, al igual que las células madre amnióticas, son células madre multipotentes no controvertidas.[4]
Infecciones
Estudios recientes indican que las vellosidades coriónicas pueden ser susceptibles a infecciones bacterianas[5] y virales. Hallazgos recientes indican que el ureaplasma parvum puede infectar los tejidos de las vellosidades coriónicas de las mujeres embarazadas, lo que afecta el resultado del embarazo.[5]
Se ha detectado ADN del poliomavirus JC y del poliomavirus de células de Merkel en vellosidades coriónicas de mujeres embarazadas y mujeres afectadas por un aborto espontáneo.[6][7] También se ha detectado ADN del poliomavirus BK en los mismos tejidos, pero en menor medida.[6]
Aborto temprano
En el aborto espontáneo temprano, el hallazgo de vellosidades coriónicas en las expulsiones vaginales suele ser la única confirmación definitiva de que hubo un embarazo intrauterino en lugar de un embarazo ectópico.