Share to: share facebook share twitter share wa share telegram print page

 

Manto (indumentaria)

Los pobres en la fuente, pintura de Francisco de Goya (hacia 1786) con una aguadora cubierta con mantón. Museo del Prado.
Lujoso manto de piel en un Retrato de la actriz María Antonia Fernández, "La Caramba", hacia 1788, modelo y árbitro de la moda femenina durante buena parte de la segunda mitad del siglo XVIII.[1]

Manto se llama a un conjunto de prendas de abrigo, en el grupo del sobretodo, producidas desde la antigüedad como indumentaria masculina y femenina amplia y sin mangas.[2]​ Los modelos más habituales partían de una pieza de tejido o lienzo semicircular, o rectangular como en el caso del «pallium» usado por los romanos.[3]

También se llama así a un complemento de la vestidura de ceremonia que se ata por encima de los hombros en forma de capa y cubre todo el cuerpo hasta el suelo. Similar a esta es el manteo que usaban los eclesiásticos, estudiantes y letrados.[4]​ Otros términos asociados o sinónimos en la indumentaria de ambos sexos son: mantillo, mantonina, mantilla y manteo.[5]

Etimología

Proponen algunos autores que el uso de determinados mantos ceremoniales se introdujo en Europa en la época de las Cruzadas, habiéndolo tomado de los orientales y que su nombre en lengua castellana se deriva de las voces árabes o persas mandil o mandel. Otros no obstante, creen que viene del griego antiguo o del griego de la Edad Media. Leman deriva la etimología de mantellium o mantelum, palabra latina usada por Plauto y Varrón al paso que se empeñan otros en que deriva de mantel, antigua palabra céltica.[6]

Du Cange, en su Glosario, insiste en el valor simbólico del mantum en las ceremonia de investidura de las grandes dignidades; simbolismo que luego pasaría a la cota de armas.

Historia

El rey Fernando VII vistiendo manto, por Goya.[7]

Algunas veces se designan como mantos diferentes vestidos anchos que en la Antigüedad se usaban sobre otros vestidos, como la lucerna, el palio, la palla, el paludamento, el péplum o la toga.[8]

En el ámbito medieval se distinguían los diversos órdenes de señores o su categoría por lo ancho de la orla o embozo del manto, por la calidad del forro de armiño, por lo largo del doblez del cuello o por lo largo de la cola rozagante. Era convencional entre la nobleza usar manto color escarlata o violeta, color que fue durante largo tiempo el traje de ceremonia de los pares de Francia. Fernando VII de España se hizo retratar por Goya con uno rojo y otro con manto azul.

Símbolo y signo en el mundo de la caballería, fue costumbre entre los reyes regalar un manto a los nuevos caballeros en las fiestas solemnes o en los días de gran corte, ceremonia que se llamaba librea o entrega de los mantos.

El gran maestre de la Orden de Malta se distingue por un gran manto, lo mismo que todos los otros grandes maestres y caballeros de la mayoría de las órdenes militares. Llaman manto capitular al que usan para asistir a las asambleas o capítulos de la Orden, mientras que el otro manto que llevaban antiguamente para todo uso y distinguía a los caballeros de los que no lo eran, tenía el nombre de manto caballeroso.[6]

Tipos de manto

  • Manto caballeroso. Vestidura talar propia y privativa de los caballeros y por la cual se distinguían de los que no lo eran.
  • Manto capitular. Vestidura exterior que los caballeros de las órdenes militares usan para reunirse en capítulo.
  • Manto de humo. Manto negro y transparente de seda y de grandes dimensiones que llevaban antiguamente las mujeres en señal de luto.
  • Manto de soplillo. Prenda de uso femenino, hecha de fino tafetán.[9]
  • Manto ducal, en heráldica, el representado en escarlata forrado de armiños y en forma de tapiz, sobre el cual aparecen los escudos de armas de los más altos dignatarios.[10]

En la literatura y las artes

El emperador azteca Moctezuma II vistiendo un tilmàtli.
Pareja escondida bajo la misma capa, fragmento de una copa de cerámica de figuras rojas griega antigua, ca. 525 a. C.-500 a. C., encontrado en Atenas. Museo del Louvre, París.

Según la versión del rey Jacobo de la Biblia, Mateo registró a Jesús de Galilea diciendo en Mateo 5:40: "Y si alguno te demandare por la ley, y te quitare la túnica, déjale también la capa." La versión del rey Jacobo de la Biblia tiene las palabras registradas de manera un poco diferente en Lucas 6:29: "... y al que te quitare la capa, no le permitas quitarte también la túnica".

Las capas abundan en las obras fantásticas centrados en escenarios medievales. También se asocian generalmente con brujas, magos, y vampiros; la versión teatral más conocida de Drácula, que hizo que el actor Bela Lugosi se destacara por primera vez, lo presentó usándolo para que su salida a través de una trampilla oculta en el escenario pareciera repentina. Cuando Lugosi repitió su papel de Drácula para la versión cinematográfica de la obra de 1931 de Universal Studios, conservó la capa como parte de su atuendo, lo que causó una impresión tan fuerte que las capas llegaron a equipararse con el conde Drácula en casi todas las representaciones de él en los medios no históricos.

Las capas de fantasía son a menudo mágicas. Por ejemplo, pueden otorgar a la persona que lo lleva invisibilidad como en la serie Harry Potter de J. K. Rowling. Los miembros de la Comunidad del Anillo usan un tipo de prenda similar en El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien, aunque en lugar de otorgar una invisibilidad total, las capas hechas por los elfos simplemente parecen cambiar entre cualquier color natural (por ejemplo, verde, gris, marrón) para ayudar al usuario a mezclarse con su entorno.

En los cómics de Marvel y las películas, el hechicero Doctor Strange está asociado con una capa mágica que también tiene otras habilidades místicas.

Uso en oportunidades de gala

En trajes de noche completos, las damas frecuentemente usan una capa o manto como una declaración de moda, o para proteger al usuario o las finas telas de su traje de noche de los elementos, especialmente donde un abrigo aplastaría (u ocultaría) la prenda. Estas capas pueden ser cortas (sobre los hombros o hasta la cintura) o una capa larga. Las capas cortas generalmente estaban hechas de piel o adornadas con piel; sin embargo, debido a que la piel es menos aceptada como accesorio de moda en los tiempos modernos, se la sustituye por otros materiales costosos, con un forro y adornos opulentos. Los tejidos típicos utilizados son el terciopelo, la seda y el satén. Las capas todavía están autorizadas como alternativa a la gabardina más utilitaria para los oficiales del ejército de EE. UU. con traje desordenado[aclaración requerida] y uniforme de noche formal.

Véase también

Referencias

  1. Távera, 2000, pp. 359-361.
  2. Sousa, 2007, p. 463.
  3. Sousa, 2007, p. 462.
  4. Corripio, Fernando (1985). Diccionario de ideas afines (2ª edición). Barcelona: Herder. ISBN 8425415152. 
  5. a b Diccionario histórico enciclopédico, 1830
  6. Hughes, Robert (2004). Goya. Galaxia Guttenberg. pp. 383-386. ISBN 8481093254. 
  7. Laver, 2006.
  8. Diccionario Enciclopédico Gaspar y Roig, 1870
  9. Definición en el DRAE

Bibliografía

  • Laver, James (1988). Breve historia del traje y la moda (2006 edición). Madrid: Cátedra. ISBN 8437607329. 
  • de Sousa Congosto, Francisco (2007). AKAL, ed. Introducción a la historia de la indumentaria en España. Madrid: Istmo. ISBN 978-84-7090-429-5. 
  • Távera (coordina), Susana (2000). Mujeres en la Historia de España. Martínez, Cándida; Pastor, Reyna; Pascua, Mª José de la. Planeta. pp. 359-362. 
Kembali kehalaman sebelumnya