León IV (emperador)
León IV, llamado el Jázaro (h. 750-8 de septiembre de 780), sucedió a su padre, Constantino V, como emperador del Imperio bizantino en 775.[1] ReinadoEra el primogénito de Constantino V.[1] En 776 asoció al trono a su hijo menor Constantino, y reprimió la revuelta dirigida por sus cinco hermanastros que se había desatado a raíz de esta medida.[1] Al igual que su padre y su abuelo, León III, León cosechó importantes éxitos militares contra los árabes y los búlgaros.[1] Venció a dos expediciones árabes, a una en Germanicia en el 778 y a otra en Armenia en el 780.[2] En la frontera noroeste, se mantuvo la paz con los búlgaros firmada en el 773.[2] Pero a diferencia de su padre y de su abuelo, fue relativamente tolerante con los iconódulos, suspendiendo las persecuciones y restaurando al Patriarca de Constantinopla iconódulo.[1] Los monjes pudieron regresar a la capital y algunos de ellos fueron nombrados por primera vez para encabezar obispados, medida que sirvió para aumentar el dominio imperial en la Iglesia.[1] Durante su reinado, León estuvo en gran medida bajo la influencia de su mujer, la emperatriz Irene, y cuando el emperador murió repentinamente en 780, ella se hizo cargo de la tutela de su hijo y sucesor Constantino VI, que apenas tenía diez años.[2] ReferenciasBibliografía
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