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Idioma sardo

Sardo
Sardu
Hablado en Bandera de Italia Italia
Región Bandera de Cerdeña Cerdeña
Hablantes 1 millón (aprox.)
Familia

Indoeuropea
 Itálica
   Romance
     Romance occidental
       Romance insular

         Idioma sardo
Escritura Alfabeto latino
Estatus oficial
Oficial en Bandera de Italia Bandera de Cerdeña Cerdeña
Regulado por Ortografía histórica logudoresa
Ortografía histórica campidanesa
Limba Sarda Comuna
Códigos
ISO 639-1 sc
ISO 639-2 srd
ISO 639-3 srd

Mapa lingüístico de Cerdeña; el sardo es de color naranja (claro u oscuro).

El sardo o lengua sarda (sardu [ˈsaɾdu] o limba sarda [ˈlimba ˈzaɾda] / lingua sarda [ˈliŋɡwa ˈzaɾda] en sardo) es una lengua romance hablada por los sardos en la isla mediterránea y región autónoma italiana de Cerdeña.

Desde 1997, el idioma sardo está reconocido por leyes regionales y estatales. Desde 1999, el sardo ha sido reconocido como una de las doce "minorías lingüísticas históricas" de Italia por la Ley 482/1999,[1]​ entre las cuales el sardo destaca como la numéricamente más grande,[2][3][4][5]​ aunque en constante disminución.[6]

Aunque la comunidad de locutores puede definirse como dotada de una "alta conciencia lingüística"[7]​, el sardo está actualmente clasificado por la UNESCO en sus principales dialectos como lengua en grave peligro de extinción (definitely endangered), estando seriamente amenazada por el proceso de sustitución lingüística por el italiano, cuyo ritmo de asimilación, engendrado a partir del siglo XVIII, entre la población sarda es ya bastante avanzado. El estado más bien frágil y precario en el que se encuentra ahora la lengua, queda ilustrado por el informe Euromosaic, en el que, como señala Roberto Bolognesi, "el sardo (segunda lengua minoritaria en Europa por número de hablantes) ocupa el 43.º lugar en la clasificación de las 50 lenguas consideradas y de las que se han analizado: (a) uso en la familia, (b) reproducción cultural, (c) uso en la comunidad, (d) prestigio, (e) uso en las instituciones, (f) uso en la educación"[8]​.

Martin Harris afirma que, si la tendencia de substitución a través del italiano no puede invertirse, el sardo podría terminar dejando sus huellas en el idioma que ahora prevalece en Cerdeña, el italiano en su variante específicamente regional, en forma de sustrato[9]​.

Clasificación lingüística

Clasificación de las lenguas romances (Koryakov Y., 2001).[10]​ La lengua sarda se adscribe al grupo distinto de Románico Insular (Island Romance), junto al corso antiguo.
Ahora surge la pregunta de si el sardo debe considerarse un dialecto o una lengua. El sardo, políticamente hablando,[11]​ es claramente uno de los muchos dialectos de Italia, al igual que el serbocroata y el albanés hablado en varios pueblos de Calabria y Sicilia. Sin embargo, desde un punto de vista lingüístico, esa es una pregunta diferente. Se puede decir que el sardo no tiene relación con ningún dialecto de la Italia continental; es un idioma romance arcaico con sus propias características distintivas, que muestra un vocabulario muy original además de morfología y sintaxis muy diferentes de los dialectos italianos.
Max Leopold Wagner, La lingua sarda - Ilisso, pp.90-91
El sardo es una lengua insular por excelencia: es al mismo tiempo la más arcaica y la más distinta del grupo de las lenguas romances.
Rebecca Posner, John N. Green (1982). Language and Philology in Romance. Mouton Publishers. La Haya, París, Nueva York. p. 171

El sardo, integrado por un conjunto de variantes internas, está clasificado como una lengua romance insular: la rama insular puede también clasificarse como un grupo de las lenguas romances occidentales, ya que el sardo comparte algunas características del romance occidental como los plurales en (-s) y la sonorización o pérdida de /p, t, k/ intervocálicas; sin embargo, varios autores consideran al sardo como una rama separada, ya que retiene características arcaicas que se perdieron en los otros idiomas romances.[12]​ Es considerado la más conservadora de las lenguas derivadas del latín:[13][14][15][16]​ por ejemplo, el historiador Manlio Brigaglia observa que la frase en latín pronunciada por un antiguo romano Pone mihi tres panes in bertula ("ponme tres panes en la alforja") corresponde a su traducción en sardo moderno "Pònemi tres panes in bertula".[17]​ Además, el sustrato del sardo (paleosardo o nurago) también se ha conservado en algunos rasgos.

Un estudio realizado en 1949 por el lingüista italoestadounidense Mario Pei, que analiza el grado de diferencia con el latín en términos de fonología, inflexión, sintaxis, vocabulario y entonación, indicó los siguientes porcentajes (cuanto más alto es el porcentaje, mayor es la distancia del latín):[18]​ 8% sardo, 12% italiano, 20% español, 23,5% rumano, 25% occitano, 31% portugués y 44% francés.

En relación con los dialectos de la península italiana, el sardo resulta incomprensible para la mayor parte de los italianos,[19]​ ya que es un grupo lingüístico propio entre las lenguas romances.[20][21][22]

Historia

El relativo aislamiento de Cerdeña con respecto a la Europa continental alentó el desarrollo de una lengua románica que preserva los rastros de su(s) idioma(s) indígena(s) prerromano(s). La lengua tiene influencias sustrales del idioma paleosardo, que algunos estudiosos han conectado al euskera[23][24]​ y al etrusco.[25]​ Le influencias de adstrato incluyen el catalán, el castellano, y el italiano. La situación de la lengua sarda con respecto a las políticamente dominantes no cambió hasta el fascismo[26]​ y, más claramente, los años cincuenta del siglo XX.[27][28]

Origen del sardo moderno

Periodo prenurágico y nurágico
Cazador, estatuilla de bronce, periodo nurágico.

Los orígenes del sardo antiguo, conocido como paleosardo, son actualmente desconocidos. La investigación ha intentado descubrir raíces oscuras, indígenas, prerromanas; la raíz s(a)rd, presente en muchos nombres de lugares y que denota al pueblo de la isla, deriva aparentemente de Shirdana (uno de los Pueblos del Mar), aunque esta afirmación es muy debatida. Otras fuentes trazan esta raíz de Σαρδώ, una mujer legendaria del Reino de Lidia en Anatolia,[29][30]​ o de la figura mitológica libia Sardus Pater Babai ("Padre Sardo").[31][32][33][34][35][36]

En 1984, Massimo Pittau afirmó que encontró en la lengua etrusca la etimología de muchas palabras latinas después de compararla con la(s) lengua(s) nurágica(s).[25]​ Los elementos etruscos, que antes se pensaba que se originaban en el latín, indicarían una conexión entre la antigua cultura sarda y los etruscos. Según Pittau, las lenguas etruscas y nurágicas descienden del lidio (y, por lo tanto, indoeuropeo) como consecuencia del contacto con los etruscos y otros tirrenios de Sardis, tal como describe Heródoto.[25]​ Aunque Pittau sugiere que los tirrenii desembarcaron en Cerdeña y los etruscos en la Toscana moderna, sus opiniones no son compartidas por la mayoría de los etruscólogos.

Según Alberto Areddu,[37]​ los Shirdana eran de origen ilirio, sobre la base de algunos elementos léxicos, reconocidos por unanimidad como pertenecientes al sustrato indígena. Areddu afirma que los sardos antiguos, especialmente los de las zonas interiores, supuestamente hablaban una rama particular de idiomas indoeuropeos. De hecho, hay algunas correspondencias, tanto formales como semánticas, con los pocos testimonios de lenguas ilirias (o tracias) y, sobre todo, con su continuador lingüístico, el albanés. Encuentra tales correlaciones: Sard. eni, enis, eniu "tejo" = Alb. enjë "tejo"; Sard. urtzula "clematis" = Alb. urth "hedera"; Sard. rethi "zarcillo" = Alb. rrypthi "zarcillo".[38]​ También descubrió algunas correlaciones con el mundo de las aves de los Balcanes.[39]

Según Bertoldi y Terracini, el paleosardo tiene similitudes con las lenguas ibéricas y sículas; por ejemplo, el sufijo -ara en los proparoxítonos indica el plural. Terracini propuso lo mismo para los sufijos en - / àna /, - / ànna /, - / énna /, - / ònna / + / r / + una vocal paragógica (como el topónimo Bunnànnaru). Rohlfs, Butler y Craddock agregan el sufijo - / ini / (como el topónimo Barùmini) como un elemento único de paleosardo. Los sufijos en / a, e, o, u / + -rr- encontraron una correspondencia en el norte de África (Terracini), en Iberia (Blasco Ferrer) y en el sur de Italia y en Gascuña (Rohlfs), con una relación más cercana con el vasco (Wagner y Hubschmid). Sin embargo, estos primeros vínculos con un precursor vasco han sido cuestionados por algunos lingüistas vascos.[40]​ Según Terracini, los sufijos en - / ài /, - / éi /, - / òi /, y - / ùi / son comunes al paleosardo y a los idiomas del norte de África. Pittau enfatizó que esto concierne a los términos que originalmente terminan en una vocal acentuada, con una vocal paragógena adjunta; el sufijo resistió a la latinización en algunos nombres de lugares, que muestran un cuerpo latino y un sufijo de nurago. Según Bertoldi, algunos topónimos que terminan en - / ài / y - / asài / indican una influencia anatoliana. El sufijo - / aiko /, ampliamente utilizado en Iberia y posiblemente de origen celta, y el sufijo étnico en - / itanos / y - / etanos / (por ejemplo, los sulcitanos sardos) también se han señalado como elementos paleosardos (Terracini , Ribezzo, Wagner, Hubschmid y Faust).

Los lingüistas Blasco Ferrer (2009, 2010), Morvan (2009) y Arregi (2017[41]​) han intentado revivir una conexión teórica con el vasco al vincular palabras, como el ospile sardo "sombra, lugar fresco" y el ozpil vasco; el arrotzeri sardo "vagabundo" y el vasco arrotz "extranjero"; el sardo galostiu y el vasco gorostoi; el gallurés (corso-sardo) zerru "cerdo" y el zerri vasco. Los datos genéticos han encontrado que los vascos son próximos a los sardos.[42][43][44]

Desde el período neolítico, también se atestigua un cierto grado de variación en las regiones de la isla. La cultura Arzachena, por ejemplo, sugiere una relación entre la región más al norte de Cerdeña (Gallura) y el sur de Córcega, que encuentra una confirmación adicional en la Naturalis historia de Plinio el Viejo. También hay algunas diferencias estilísticas entre el norte y el sur de Cerdeña, que pueden indicar la existencia de otros dos grupos tribales (Balaros[45]​ e Ilienses[46]​) mencionados por el mismo autor romano. Según el arqueólogo Giovanni Ugas,[47]​ estas tribus pueden haber influenciado la configuración lingüística en los dialectos de la isla.

Periodo clásico
Las tribus sardas descritas por los romanos.[48]

Alrededor del siglo IX y de siglo X a. C. los mercaderes fenicios habían hecho su presencia en Cerdeña, que estaba como mediador geográfico entre la península ibérica e italiana. En los siglos VIII y VII, los fenicios comenzaron a desarrollar asentamientos permanentes, organizadas políticamente como ciudades-estado de manera similar a las zonas costeras libanesas. No pasó mucho tiempo antes de que comenzaran a gravitar alrededor de la esfera de influencia cartaginesa, cuyo nivel de prosperidad impulsó a Cartago a enviar una serie de fuerzas expedicionarias a la isla; aunque inicialmente fueron rechazadas por los nativos, la ciudad norteafricana persiguió vigorosamente una política de imperialismo activo y, en el siglo VI, logró establecer su hegemonía política y control militar sobre el suroeste de Cerdeña. El púnico comenzó a hablarse en la zona, y muchas palabras entraron también en el sardo antiguo. Nombres como giara "meseta" (cf. hebreo "bosque, matorral"), g(r)uspinu "capuchina" (desde el púnico cusmin), curma "ruda" (cf. ḥarmal "alharma"), mítza "fuente" (cf. hebreo mitsa, metza "lugar de donde emerge algo"), síntziri "cola de caballo" (desde el púnico zunzur "knotgrass común"), tzeúrra "brote" (desde el púnico zeraʿ "semilla"), tzichirìa "eneldo" (desde el púnico sikkíria; cf. hebreo šēkār "cerveza") y tzípiri "romero" (desde el púnico zibbir) se usan comúnmente, especialmente en las variedades sardas modernas del Campidano, mientras que hacia el norte la influencia es más limitada a los nombres de lugares, como Macumadas en la Provincia de Nuoro o Magumadas en Gesico y Nureci, que derivan desde el púnico maqom hadash "nueva ciudad".[49][50]

Duración de la dominación romana y aparición de las lenguas románicas

La dominación romana, que comenzó en 238 a. C., trajo el latín a Cerdeña, pero fue contrastado constantemente por las tribus sardas y no pudo suplantar completamente los idiomas pre-latinos, incluido el púnico que, según las inscripciones votivas, se siguió hablando en siglo IV d. C.[51]​ Algunas raíces oscuras se mantuvieron sin cambios, y en muchos casos el latín aceptó las raíces locales (como nur, probablemente de Norax, que hace su aparición en nuraghe, Nurra, Nurri y muchos otros topónimos). Barbagia, la región central montañosa de la isla, deriva su nombre del latín Barbaria (término que significa "tierra de los bárbaros", similar en su origen a la palabra Berbería), porque su gente rechazó la asimilación cultural y lingüística por mucho tiempo: el 50% de los topónimos del centro de Cerdeña, particularmente en el territorio de Olzai, no está relacionado con ningún idioma conocido.[52]​ Además de los nombres de los lugares, en la isla todavía hay algunos nombres de plantas, animales y formaciones geológicas directamente trazables a la antigua era nurágica.[53]

Durante la dominación romana, la isla vivió un nuevo periodo de aislamiento,[54]​ en el que se convirtió en tierra de exilio entre poblaciones consideradas próximas a las africanas y dedicadas al bandolerismo y la piratería.[55]​ Son famosas las invectivas de Cicerón que, al burlarse de los sardos que se rebelaban contra el poder romano, denunciaba su falta de fiabilidad por su supuesto origen africano,[56]​ teniendo en odio su piel morena, su disposición hacia Cartago más que hacia Roma, y una lengua incomprensible.[57]

Durante la larga dominación romana, el latín se convirtió gradualmente en la lengua hablada por la mayoría de los sardos.[58]​ Como resultado de este proceso de romanización, la lengua sarda moderna se clasifica hoy en día como románica o neo-latina, con algunas características fonéticas que se asemejan al latín antiguo. Algunos lingüistas afirman que el sardo moderno, siendo parte del grupo insulare,[10]​ fue la primera lengua en separarse del latín;[59]​ todos los demás evolucionaron del latín como "romance continental".

En ese momento, la única literatura que se produjo en Cerdeña era principalmente en latín: las lenguas prerromanas nativas (paleosardas) y no nativas (púnicas) ya estaban extintas (la última inscripción púnica en Bitia, sur de Cerdeña, es del siglo II[60]​). Algunos poemas grabados en griego antiguo y latín (los dos idiomas más prestigiosos del Imperio Romano[61]​) se pueden ver en la "cueva de la víbora", en Cagliari (Grutta 'e sa Pibera en sardo, Grotta della Vipera en italiano, Cripta Serpentum en latín), un monumento funerario construido por Lucius Cassius Philippus (un romano que había sido exiliado a Cerdeña) en memoria de su difunta esposa Atilia Pomptilla. También tenemos algunas obras religiosas de San Lucifer y Eusebio, ambas de Caralis.

Aunque Cerdeña fue influenciada culturalmente y fue gobernada políticamente por el Imperio Bizantino durante casi cinco siglos, el griego no ingresó en el idioma sardo, a excepción de algunos rituales o expresiones formales que utilizaban la estructura griega y, a veces, el alfabeto griego.[62][63]​ La evidencia de esto se encuentra en los condaghes, los primeros documentos escritos en Cerdeña. Desde la larga era bizantina, solo hay unas pocas entradas, pero ya proporcionan una visión de la situación sociolingüística en la isla en la que, además de la lengua neolatína usada en la cotidianidad, las clases dominantes también hablaban griego.[64]​ Algunos topónimos, como Jerzu (del griego khérsos, "sin labranza"), junto con los nombres personales Mikhaleis, Konstantine y Basilis, demuestran la influencia griega.[64]

El condaghe de San Pedro de Silki (1065-1180), escrito en sardo.

Cuando los musulmanes conquistaron el sur de Italia y la Sicilia, las comunicaciones se rompieron entre Constantinopla y Cerdeña, cuyos distritos se fueron haciendo cada vez más autónomos de la ecúmene bizantina (en griego: οἰκουμένη). Entonces, Cerdeña volvió a la esfera cultural latina.

La primera página de la Carta de Logu.

El sardo fue la primera lengua románica en obtener un estatus oficial, ya que fue utilizada por los cuatro Juzgados isleños,[65][66][67][68][69]​ antiguos distritos bizantinos que se convirtieron en entidades políticas independientes después de que la expansión árabe en el Mediterráneo cortó cualquier vínculo entre la isla y Bizancio. La excepcionalidad de la situación sarda, que en este sentido constituye un caso único en todo el panorama románico, consiste en que los textos oficiales se redactaron desde el principio en sardo y excluyeron por completo el latín, a diferencia de lo que ocurría en la época coetánea en Francia, Italia e Iberia; el latín, por muy oficial que fuera, se utilizaba de hecho sólo en los documentos relativos a las relaciones con el continente.[70]

Uno de los documentos más antiguos que quedan en Cerdeña (la así llamada Carta Volgare) proviene del Juzgado de Cagliari y fue emitido por Torchitorio I de Lacon-Gunale en 1070, empleando el alfabeto griego.[71]​ El sardo tenía entonces un mayor número de arcaísmos y latinismos que la lengua corriente, y los documentos resentían de la influencia de los escribanos, cuya mayor parte fue constituida por catalanes, genoveses y toscanos. Mientras que los documentos anteriores muestran la existencia de una koine sarda,[72][73]​ el lenguaje utilizado por los diversos Juzgados ya mostraba un cierto rango de variación dialectal.[6][28]​ Una posición especial fue ocupada por el Juzgado de Arborea, el último reino de Cerdeña en caer a las potencias extranjeras, en el que se hablaba un dialecto de transición. La Carta de Logu de Arborea, una de las primeras constituciones de la historia redactada en 1355–1376 por Mariano IV y la Reina o "Jueza" (judikessa o juighissa en sardo, jutgessa en catalán, giudicessa en italiano) Leonor, fue escrita en esta variedad sarda. Se presume que los jueces de Arborea intentaron unificar los varios dialectos del sardo para ser gobernantes legítimos de toda la isla bajo un solo estado (la Republica Sardisca "República de Cerdeña");[74]​ este objetivo político ya había quedado claro desde 1164, cuando el juez Barisono ordenó que se hiciera su gran sello con los escritos "Baresonus Dei Gratia Rei Sardiniee ("Barison, por la gracia de Dios, Rey de Cerdeña") y Est vis Sardorum pariter regnum Populorum ("El gobierno del Pueblo es igual a la fuerza de los Sardos").[75]​.

Extracto del Privilegio Logudorés (1080)
« In nomine Domini amen. Ego iudice Mariano de Lacon fazo ista carta ad onore de omnes homines de Pisas pro xu toloneu ci mi pecterunt: e ego donolislu pro ca lis so ego amicu caru e itsos a mimi; ci nullu imperatore ci lu aet potestare istu locu de non (n)apat comiatu de leuarelis toloneu in placitu: de non occidere pisanu ingratis: e ccausa ipsoro ci lis aem leuare ingratis, de facerlis iustitia inperatore ci nce aet exere intu locu [...] »

Dante Alighieri se refiere a los sardos en su obra De Vulgari Eloquentia y les expulsa críticamente, ya que según él no eran italianos (Latii) y tampoco tenían un vulgar, imitando todavía el latín:[76][77][78][79]​ «Sardos etiam, qui non Latii sunt sed Latiis associandi videntur, eiciamus, quoniam soli sine proprio vulgari esse videntur, gramaticam tanquam simie homines imitantes: nam domus nova et dominus meus locuntur» ("Eliminemos también a los sardos - que no son italianos, pero parecen asemejarse a los italianos - porque sólo ellos parecen carecer de una lengua vernácula propia e imitan a la gramatica como los monos a los hombres: de hecho, dicen domus nova y dominus meus").

Esta afirmación se debe confutar ya que el sardo, por el contrario, evolucionó en autonomía propia hasta al punto de llegar a ser totalmente ininteligible para los no isleños. Prueba de esto son dos versos populares, que datan del siglo XII, en los que el trovador provenzal Raimbaut de Vaqueiras compara, en términos de inteligibilidad, la lengua sarda con el alemán y bereber: «No t’intend plui d’un Toesco / o Sardo o Barbarì» (lit. "No te entiendo más que un alemán / o sardo o bereber").[80][81][82]

El poeta toscano Fazio degli Uberti se refiere a los sardos en su poema Dittamondo como «una gente che niuno non la intende / né essi sanno quel ch'altri pispiglia» ("un pueblo que nadie puede entender / y que no sabe lo que los otros dicen").[78][79][83]​ El geógrafo musulmán Muhammad al-Idrisi, que vivía en Palermo, Sicilia, en la corte del rey Roger II, escribió en su obra Kitab Ruyar ("El libro de Roger") que «Los sardos son étnicamente Rûm 'Afàriqah ("Romanos de África"), viven como los bereberes, ignoran las otras naciones de Rūm y son un pueblo valiente, que nunca deja sus armas».[84][85]​ De hecho, el sardo se percibía como bastante similar a los dialectos latinos que en su día hablaban los bereberes cristianos del norte de África,[86]​ lo que da crédito a la teoría de que el latín vulgar tanto en África como en Cerdeña presentaba un importante paralelismo no sólo por las antiguas afinidades étnicas, sino también por un pasado político común dentro del Exarcado de África.[87]​ La coincidencia entre el sardo y el latín africano de varias palabras bastante raras, si no ausentes, en el resto del panorama románico, como acina (uva), pala (hombro), o incluso spanus en el africano y spanu en el sardo ("rojizo"), sería una prueba, para J. N. Adams, de que se compartió una buena cantidad de vocabulario entre África y Cerdeña.[88]

Algunas páginas de los Estatutos de Sassari, escritos en lengua sarda.

La literatura de este período consiste principalmente en documentos legales, además de la mencionada Carta de Logu. El primer documento en el que se puede encontrar algún elemento de la lengua se remonta al 1063, con el acto de donación por parte de Barison I° de Torres dirigido al abad Desiderio para la abadía de Montecassino.[89]​ Otros documentos son la Carta Volgare (1070–1080), el "Privilegio logudorés" (1080)[90]​ la Donación de Torchitorio conservada en los archivos de Marsella (1089),[91]​ la Carta Marsellesa (1190–1206)[92]​ y una comunicación de 1173 entre el obispo de Civita Bernardo y Benedetto, el administrador de la Catedral de Pisa[93]​ Los estatutos de Sassari (1316) y Castelgenovese (c. 1334) están escritos en sardo logudorés.[94]

La primera crónica escrita en lingua sive ydiomate sardo[95]​ se remonta a la segunda mitad del siglo XIII, siguiendo los rasgos estilísticos típicos de la época. El manuscrito, escrito por un anónimo y ahora conservado en el Archivo de Estado de Turín, lleva el título de Condagues de Sardina y traza los acontecimientos de los jueces que se sucedieron en el Juzgado de Torres; la última edición crítica de la crónica habría sido reeditada en 1957 por Antonio Sanna.

La enfeudación de la isla por parte de Bonifacio VIII en 1297, sin haber tenido en cuenta las realidades estatales que ya existían dentro de ella, condujo a la fundación, aunque fuese solamente nominal, del Reino de Cerdeña, marcando así el fin de la independencia sarda y también un largo período de guerras, que terminaron con la victoria de la Corona de Aragón en Sanluri (1409) y con la consiguiente renuncia al derecho de sucesión por parte de Guillermo III de Narbona. Se neutralizó de forma sistemática cualquier tentativa de rebelión, como la de la ciudad de Alguer (1353)[96]​ y la de Macomer (1478). Entonces se empezó un proceso de asimilación en todos los aspectos sociales; se estableció por primera vez una situación de desequilibrio y de jerarquización lingüística, en la que el catalán tomó el estado de lengua hegemónica y el sardo, aunque oficial (los aragoneses extendieron la Carta de Logu a toda la isla y se mantuvo vigente hasta 1827[97]​), fue relegado a una posición secundaria. Eso era evidente de manera especial en el sur de la isla, cuya variedad recibió una gran cantidad de préstamos lingüísticos que provenían de la lengua dominante; en Cagliari, ciudad que, al igual que Alghero, sufrió un proceso de repoblación total por parte de los aragoneses,[98]​ hubo expresiones como No scit su cadelanu ("No sabe [hablar] el catalán") para indicar una persona que no había sido bastante culturizada. Estando de acuerdo con Giovanni Fara en su De Rebus Sardois,[99]​ el abogado Segimon Arquer, autor de la obra Sardiniae brevis historia et descriptio (cuyo párrafo sobre el idioma habría sido extrapolado también por Conrad Gessner en su "Sobre las diferentes lenguas utilizadas por las distintas naciones del mundo"[100]​), dijo que los ciudadanos eligieron el catalán como lengua de prestigio, a diferencia de los barrios, donde la gente seguía hablando el sardo[101]​ Los jesuitas inicialmente habían promovido una política lingüística a favor de la lengua sarda, pero luego la cambiaron a favor del castellano. A la difusión del catalán a nivel popular contribuyeron los goigs (en sardo gozos/goccius).

En ese periodo no tenemos una detallada documentación escrita del sardo, aunque fuese la lengua que la población mayormente hablaba. Hay los ejemplos de Antoni Cano, que escribió Sa Vitta et sa Morte, et Passione de Sanctu Gavinu, Brothu e Ianuariu, escrita en el siglo XV y publicada en 1557.[102]

Más interesante resulta ser la obra Rimas Spirituales de Hieronimu Araolla,[103]​ que se propone la tarea de "magnificare et arrichire sa limba nostra sarda (magnificar y enriquecer el sardo, la nuestra lengua) de la misma manera en la que los poetas franceses, españoles e italianos lo habían hecho para sus respectivos idiomas (véase por ejemplo la Deffense et illustration de la langue françoyse, il Dialogo delle lingue etc.);[27][104]​ él tiene el mérito de haber puesto en claro por la primera vez lo que luego habría sido conocido con el nombre de "cuestión de la lengua sarda", profundizada por otros autores.

Antonio de Lofraso, que nació en Alguer[105]​ (ciudad que recuerda con afecto en varios versos[106]​) y vivió en Barcelona, fue probablemente el primer intelectual que escribió composiciones líricas amorosas en lengua sarda, aunque el idioma más empleado fue un castellano con abundantes catalanismos; en el interior de la obra Los diez libros de Fortuna de Amor (1573)[107]​ aparecen en sardo dos sonetos, «Cando si det finire custu ardente fogu» y «Supremu gloriosu exelsadu», y un poema en octavas reales: ...Non podende sufrire su tormentu / de su fogu ardente innamorosu. / Videndemi foras de sentimentu / et sensa una hora de riposu, / pensende istare liberu e contentu / m'agato pius aflitu e congoixosu, / in essermi de te senora apartadu, / mudende ateru quelu, ateru istadu...

En 1624, durante las tentativas de reorganización de la Monarquía por el Conde-duque de Olivares en Cerdeña, se hizo patente un mayor uso del castellano en detrimento del catalán.[6]​ El castellano, a diferencia del catalán que logró penetrar en cada barrio de la isla, se había mantenido como un lenguaje bastante elitista y pertinente a la literatura y a la educación. Sea como sea, el sardo quedó como el único y espontáneo código de comunicación por la mayoría de las personas, respetado y también aprendido por los conquistadores.[108]​ El español tuvo así una profunda influencia en la clase dirigente sarda, especialmente en aquellas palabras, estilos y modelos culturales debido al prestigioso papel internacional de la Monarquía de los Habsburgo, así como a la Corte.[103]​ La mayoría de los autores sardos escribían tanto en español como en sardo, y lo habrían hecho hasta el siglo XIX, como Vicente Bacallar y Sanna, que fue uno de los fundadores de la Real Academia Española.[109]

La situación sociolingüística se mantiene tal que las dos lenguas coloniales se hablaban en ciudad y el sardo resistía tenazmente en el campo y en todas las aldeas, como informa el embajador Martín Carillo (autor de la famosa sentencia sobre los sardos, que serían un pueblo de pocos, locos y mal unidos), el Llibre dels feyts d'armes de Catalunya («parlen la llengua catalana molt polidament, axì com fos a Catalunya») y el rector sasarés de la Universidad Jesuita Baldassarre Pinyes, que escribió: «en lo que concierne a la lengua sarda, sepa su paternidad que no la hablan en esta ciudad, tampoco en Alguer ni en Cáller, solamente en las aldeas». La notable presencia de feudatarios valencianos y aragoneses en la mitad norte de la isla, además de mercenarios que venían de allí, ha hecho que el logudorés sea la variante más influida por el castellano.

El sardo era uno de los pocos idiomas cuyo conocimiento era necesario para ser oficiales de los tercios españoles. Sólo los que hablaban español, catalán, portugués o sardo podían hacer carrera.[110]

Mientras tanto, el párroco orgolés Ioan Matheu Garipa, en la ópera Legendariu de Santas Virgines, et martires de Jesu Christu, que tradujo del italiano (el Leggendario delle Sante Vergini e Martiri di Gesù Cristo), puso en evidencia la nobleza del idioma sardo en relación con el latín clásico[111]​ y lo atribuyó en el Prólogo, como Araolla antes que él, un importante valor étnico y nacional:[112]

Las apo voltadas in sardu menjus qui non in atera limba pro amore de su vulgu […] qui non tenjan bisonju de interprete pro bi-las decrarare, et tambene pro esser sa limba sarda tantu bona, quanta participat de sa latina, qui nexuna de quantas limbas si plàtican est tantu parente assa latina formale quantu sa sarda. […] Et quando cussu non esseret, est suficiente motiuu pro iscrier in Sardu, vider, qui totas sas nationes iscriven, & istampan libros in sas proprias limbas naturales in soro, preciandosi de tenner istoria, & materias morales iscritas in limba vulgare, pro qui totus si potan de cuddas aprofetare. Et pusti sa limba latina Sarda est clara & intelligibile (iscrita, & pronunciada comente conuenit) tantu & plus qui non quale si querjat dessas vulgares, pusti sos Italianos, & Ispagnolos, & totu cuddos qui tenen platica de latinu la intenden medianamente.

Según el filólogo Paolo Maninchedda, estos autores, empezando por Araolla, "no escribieron sobre Cerdeña o en sardo para encajar en un sistema insular, sino para inscribir a Cerdeña y su lengua - y con ellas, a ellos mismos - en un sistema europeo. Elevar a Cerdeña a una dignidad cultural igual a la de otros países europeos significaba también promover a los sardos, y en particular a los sardos educados, que sentían que carecían de raíces y pertenencia en el sistema cultural continental".[113]

Cementerio histórico de Ploaghe, donde se conservan 39 epitafios tallados en sardo y 3 en italiano.[114]​ En las lápidas aquí presentes, que datan de la segunda mitad del siglo XIX, es posible observar el proceso de sustitución lingüística; nótese, a la izquierda, la presencia de una lápida en sardo con una referencia a prenombres históricos que están completamente ausentes en aquellas, más a la derecha, escritas en italiano.

La Guerra de sucesión española tuvo como consecuencia el paso de la isla a la soberanía austriaca, que fue confirmada más tarde por los tratados de Utrecht y Rastadt (1713-1714); sin embargo duró solamente cuatro años, ya que en 1717 una flota española volvió a ocupar Cagliari, y en el año siguiente, mediante un tratado que fue ratificado en La Haya (1720), Cerdeña fue asignada a Víctor Amadeo II de Saboya a cambio de Sicilia. Sin embargo, esta transferencia no implicó inicialmente cambios sociales ni lingüísticos: Cerdeña mantuvo por mucho tiempo su carácter ibérico, tanto que solo en 1767 los símbolos dinásticos aragoneses y españoles fueron reemplazados por la cruz de los Saboya piamonteses.[115]​ La lengua sarda, aunque practicada en estado de diglosia, nunca había sido reducida al rango sociolingüístico de "dialecto", siendo su independencia lingüística universalmente percibida y hablada por todas las clases sociales;[116]​ el castellano, en cambio, era el código lingüístico de prestigio conocido y utilizado por los estratos sociales de la cultura media, como mínimo, por lo que Joaquín Arce se refiere a él en términos de paradoja histórica: el castellano se había convertido en la lengua común de los isleños en el mismo siglo en que dejaron de ser oficialmente españoles para convertirse en italianos.[117][118]​ Dada la situación actual, la clase dirigente piamontesa, en este primer periodo, se limitó a mantener las instituciones políticas y sociales locales, cuidando de vaciarlas de sentido al mismo tiempo.[119]

Esta posición se debió a tres razones eminentemente políticas: en primer lugar, la necesidad, inicialmente, de respetar al pie de la letra las disposiciones del Tratado de Londres, firmado el 2 de agosto de 1718, que imponía el respeto de las leyes y privilegios fundamentales del nuevo Reino cedido; en segundo lugar, la necesidad de no generar fricciones en el frente interno de la isla, en gran parte pro-español; en tercer lugar, y por último, la esperanza, aún en gestación por parte de los Saboya, de poder deshacerse de Cerdeña y de recuperar Sicilia.[120]​ Esta prudencia se encuentra en junio de 1726 y enero de 1728, cuando el rey expresó la intención de no abolir el sardo y el español, pero solo para difundir más el conocimiento del italiano.[121]​ El desconcierto inicial de los nuevos dominadores, que habían tomado el relevo de los anteriores, respecto a la alteridad cultural que reconocían a la isla[122]​ se manifiesta en un estudio especial, encargado y publicado en 1726 por el jesuita barolés Antonio Falletti, titulado "Memoria dei mezzi che si propongono per introdurre l'uso della lingua italiana in questo Regno", en el que se recomendaba a la administración de Saboya que aplicase el método de aprendizaje ignotam linguam per notam expōnĕre ("presentar un idioma desconocido [el italiano] a través de un idioma conocido [el español]").[123]

Sin embargo, los Saboya impusieron el italiano en Cerdeña en 1760[124][125][126][127]​ por la necesidad geopolítica de alejar la isla de la influencia cultural y política española y alinear la Cerdeña con el Piamonte italiano,[128][129][130]​ donde el empleo del italiano se había consolidado desde hace siglos, reforzado oficialmente por el Edicto de Rivoli. En 1764, la orden se extendió a todos los sectores de la vida pública,[131][132]​ paralelamente a la reorganización de las Universidades de Cagliari y Sassari, que vieron la llegada de personal continental, y la de la educación inferior, que estableció el envío de profesores de Piamonte para compensar la ausencia de profesores sardos de habla italiana.[133]​ Esta maniobra no se debe principalmente a la promoción del nacionalismo italiano sobre la población sarda, sino a un proyecto de fortalecimiento geopolítico de los Saboya sobre la clase culta de la isla, aún muy ligada a la península ibérica, a través de la alienación lingüístico-cultural y la neutralización de los elementos que llevaban rastros del dominio anterior. Sin embargo, el español continuó siendo ampliamente utilizado en los registros parroquiales y registros oficiales hasta 1828,[134]​ y la consecuencia más directa fue una nueva marginación de la lengua sarda, abriendo paso a la italianización de la isla.[6][132][135][136]​ Por primera vez, de hecho, incluso las familias más ricas y poderosas de la Cerdeña rural, los printzipales, comenzaron a percibir el sardo como una desventaja.[131]​ El sistema administrativo y penal de matriz francés introducido por los Saboya, capaz de extenderse de manera articulada en todos los pueblos de Cerdeña, representó para los sardos el principal canal de contacto directo con la nueva lengua hegemónica;[137]​ para las clases más altas, la supresión de la orden jesuita en 1774 y su sustitución por los pro-italianos escolapios,[138]​ así como los trabajos de la Ilustración, impresos en el territorio continental, desempeñaron un papel considerable en sus italianización primaria. Al mismo tiempo hubo un cierto esfuerzo por parte de los cartógrafos piamonteses para sustituir los topónimos sardos con otros en italiano; mientras que muchos de ellos permanecieron intactos, muchos otros nombres fueron adaptados de manera grosera a una forma totalmente diferente:[132]​ uno de los ejemplos más destacados es la pequeña isla de Mal de Ventre, cuyo actual nombre italiano, con el significado de "dolor de estómago", es en realidad una adaptación de la palabra sarda Malu 'Entu, que significa "viento malo" en vez (la isla está continuamente expuesta al mistral).

A finales del siglo XVIII, siguiendo el rastro de la revolución francesa, un grupo de la clase media sarda planeó separarse de la clase dominante del continente e instituir una república sarda bajo protección francesa; en toda la isla, se distribuyeron ilegalmente varios panfletos políticos impresos en sardo, que exigían una revuelta masiva contra el gobierno piamontés y el abuso de los barones. El producto literario más famoso de ese período de agitación política fue el poema Su patriottu sardu a sos feudatarios, que es un testimonio de los valores democráticos y patrióticos de inspiración francesa, así como de la situación de Cerdeña bajo el feudalismo.[139][140]

El primer estudio sistemático sobre la lengua sarda fue escrito en 1782 por el filólogo Matteo Madau, con el título de Il ripulimento della lingua sarda lavorato sopra la sua antologia colle due matrici lingue, la greca e la latina.[141]​ Al quejarse en la introducción del declive general de la lengua, la intención patriótica que animaba a Madau era trazar el camino ideal por el que el sardo podía ascender hasta el reconocimiento definitivo de la lengua nacional de la isla;[142][143][144][145]​ sin embargo, el clima de represión del gobierno de Saboya contra la cultura sarda habría llevado a Madau a velar sus propuestas con intención literaria, demostrando en última instancia ser incapaz de traducirlas a la realidad.[146]​ El primer volumen de dialectología comparativa fue producido en 1786 por el jesuita catalán Andrés Febrés, conocido en Italia con el falso nombre de Bonifacio d'Olmi , tras su expulsión de Chile, donde había publicado un libro de gramática mapuche en 1765.[147]​ Después de mudarse a Cagliari, se interesó por el sardo y realizó una investigación sobre tres dialectos específicos; el objetivo del trabajo, titulado Prima grammatica de' tre dialetti sardi,[148]​ era <<dar las reglas de la lengua sarda>> y animar a los sardos a <<cultivar y favorecer el idioma de su tierra natal, junto al italiano>>. El gobierno de Turín, tras examinar la obra, decidió no permitir su publicación: Víctor Amadeo III consideró una afrenta que el libro contuviera una dedicación bilingüe dirigida a él en italiano y sardo, un error que sus sucesores evitarían, utilizando sólo el italiano.[146]​ En el clima de restauración monárquica que siguió a la fallida revolución de Angioy, otros intelectuales sardos, caracterizados todos ellos por una actitud de devoción a su isla y de probada lealtad a la Casa de Saboya, plantearon la "cuestión de la lengua sarda", pero generalmente utilizando el italiano como lengua para transmitir los textos. A poca distancia de la estación de la revuelta antipiamontesa, en 1811, encontramos la tímida publicación del sacerdote Vincenzo Raimondo Porru, que, sin embargo, se refería sólo a la variante meridional (de ahí el título de Saggio di grammatica del dialetto sardo meridionale) y, por prudencia hacia los gobernantes, se expresaba sólo en términos de aprendizaje del italiano, en lugar de protección del sardo.[149]​ Destaca el canónigo, profesor y senador Giovanni Spano, que en la Ortographia sarda nationale ("Ortografía nacional sarda") de 1840 planteó una variante sarda aceptada unánimemente como koinè ilustre por su estrecha relación con el latín, de manera similar a como el dialecto florentino se había establecido en Italia como "italiano ilustre".[150][151]

La relación entre la lengua italiana recientemente impuesta y la nativa había sido percibida desde el principio por los isleños, educados y no educados por igual, como una relación (aunque desigual en términos de poder político y de prestigio) entre dos idiomas muy diferentes, y no entre un idioma y uno de sus dialectos como en las regiones continentales,[152]​ donde el italiano había sido adoptado desde la Edad Media como idioma oficial. El plurisecular período ibérico también contribuyó a que los sardos se sintieran relativamente separados del italiano y su esfera cultural, y los propios españoles ya consideraban el sardo como una lengua distinta con respecto tanto a sus propias como al italiano.[152]

El jurista Carlo Baudi di Vesme propuso explícitamente una prohibición completa de la lengua con el fin de convertir a los isleños en "italianos civilizados".[153]​ La educación primaria, impartida en un idioma con el que los sardos no estaban familiarizados,[154]​ difundió el italiano por primera vez en la historia a los varios pueblos sardos, marcando la transición problemática al nuevo idioma dominante; el entorno escolar, que empleaba el italiano como único medio de comunicación, se convirtió en un microcosmos dentro de las aldeas sardas en aquel tiempo monolingües. El sistema educativo contribuyó por lo tanto a una lenta difusión de esta lengua entre los nativos, y provocó por primera vez un proceso de sustitución lingüística. Se presentó el sardo como un idioma hablado por la gente socialmente marginada, así como sa limba de su famine o sa lingua de su famini ("la lengua del hambre"), responsable del aislamiento y pobreza secular de la isla, y por el contrario, el italiano como agente de emancipación social a través de la integración sociocultural con el territorio continental. En 1827, la Carta de Logu, el histórico corpus jurídico de Cerdeña o «consuetud de la nació sardesca», fue finalmente abolida en favor de las Leggi civili e criminali del Regno di Sardegna de Carlos Félix.[155][156]

A pesar de tales políticas de asimilación cultural, posteriormente acompañadas por la pérdida de la residual autonomía política a través de la fusión perfecta y la unificación de la península italiana,[155][157]​ el himno del Reino de Cerdeña piamontés fue el así llamado Hymnu Sardu (o Cunservet Deus su Re), cuyo texto era totalmente en sardo; fue sustituido por la "Marcha Real" cuando se unificó la península italiana.[158]

Durante la movilización para la Primera Guerra Mundial, el ejército italiano obligó a todos los sardos a enlistarse como súbditos italianos y estableció la Brigata Sassari el 1 de marzo de 1915 en Tempio Pausania y Sinnai. A diferencia de las otras brigadas de infantería de Italia, los reclutas de la Sassari eran solo sardos. Actualmente es la única unidad en Italia con un himno en un idioma distinto del italiano: Dimonios ("Diablos"), escrito en 1994 por Luciano Sechi. Su título deriva de Rote Teufel (en alemán, "diablos rojos"). Sin embargo, el servicio militar obligatorio jugó un papel importante en el cambio de idioma.

La política de asimilación forzosa culminó en los veinte años del régimen fascista[6][159]​ que, especialmente cuando se realizó la campaña de autarquía, condujo a la entrada decisiva de la isla en el sistema cultural nacional a través de los esfuerzos combinados del sistema educativo y el sistema de partido único,[160]​ en un crescendo de multas y prohibiciones que condujeron a un mayor declive sociolingüístico del sardo. Las restricciones llegaron al punto en que se cambiaron los nombres propios para que sonasen "más italianos". Durante este período, el Himno sardo del reino piamontés fue una oportunidad para hablar en una lengua regional en Italia sin ninguna sanción, debido a que, como parte fundamental de la tradición de la familia real, no se podría prohibir. Los sacerdotes católicos y los fascistas practicaron un estricto obstruccionismo contra la poesía cantada improvisada:[161][162][163][164][165][166]​ paradigmatico es el caso de Salvatore Poddighe, poeta político que se suicidó por desesperación después de la confiscación de su trabajo Sa Mundana Cummédia.[167]

Señal de prohibido fumar escrito en sardo y en italiano.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la conciencia acerca del peligro de que el sardo se estaba extinguiendo no pareció preocupar a las élites sardas, y el tema entró en el espacio político más tarde que en otras periferias europeas marcadas por la presencia de minorías etnolingüísticas;[168]​ la clase dirigente sarda, ahora italianizada, ya había descartado el sardo,[159]​ ya que tanto la lengua como la cultura sarda seguían siendo acusadas del subdesarrollo de la isla.[157]​ En el momento de redactar el estatuto en 1948, el legislador central decidió especificar la "especialidad sarda" como criterio para la autonomía política solo por un par de cuestiones socioeconómicas, despojadas de consideraciones relacionadas con la identidad cultural, histórica y geográfica;[169][170][171]​ por el contrario, estas consideraciones eran consideradas como un posible preludio a instancias más autonomistas o independentistas.[172]​ Finalmente, el estatuto especial de 1948 no reconoció ninguna condición geográfica particular sobre la región ni mencionó elementos culturales y lingüísticos distintos, prefiriendo en cambio concentrarse en planes financiados por el estado central (bautizados con el nombre italiano de piani di rinascita) para el desarrollo de la industria pesada.

Las políticas de asimilación siguieron durante la posguerra,[6]​ cuando el desmantelamiento de la cultura sarda, etiquetada por el sistema educativo como un símbolo de mirar con desdén, se presentó como la única forma de desarrollo económico y cultural de la isla. Muchos sitios históricos y varios objetos relacionados con las actividades diarias de Cerdeña fueron italianizados, por medio de un otro nombre en italiano (sustituyendo así el original) y de la eliminación sistemática de cualquier conexión con la isla.[173]​ Además, el Ministerio de Educación Pública italiano había invitado a los directores escolásticos a vigilar y fichar a todos los enseñantes sardos implicados en cualquiera actividad relativa a la lengua.[174]

Los medios de comunicación de masas[175]​ (en particular la Radiotelevisione Italiana) y la educación obligatoria (donde el empleo de la lengua sarda había sido muy desalentado por medio de humillaciones que ocurrían a diario) popularizaron en Cerdeña el italiano aún más, sin un proyecto paralelo de enseñanza del sardo; en el mismo período contemporáneo se ha observado que, frente a una voluntad popular favorable a enseñar y hacer oficial el sardo,[176][177]​ permanecen todavía divisiones, desinterés y contrariedad dentro del mundo político y jurídico estatal,[178]​ de la Universidad, de los medios de comunicación actuales[179][180]​ y de los intelectuales, que de aquella manera temían una separación del marco de la cultura italiana. El rechazo del idioma nativo, junto con un modelo rígido de educación en lengua italiana,[181]​ castigos corporales y vergüenza, llevaron a una mala escolarización de los sardos.[182][183]

Desde los años '60, se han hecho varias campañas políticas y culturales a favor del bilingüismo.[184]​ Una de las primeras instancias se presentó en una resolución adoptada por la Universidad de Cagliari en 1971, en la que se pedía a las autoridades nacionales y regionales que reconocieran a los sardos como una minoría etnolingüística y el sardo como lengua cooficial de la isla.[185]​ Una cierta aclamación en los círculos culturales de Cerdeña siguió al poema patriótico No sias isciau[186]​ ("No seas esclavo") de Raimondo (Remundu) Piras, algunos meses antes de su muerte en 1977, instando a la educación bilingüe para revertir la tendencia a la de-sardización.[164]​ Después de muchos reclamos de los sardistas, que veían a ese proceso como la muerte definitiva del pueblo sardo, se presentaron al Consejo Regional en el decenio de 1980 tres proyectos de ley separados, que pedían una autonomía cultural y política concreta y además el reconocimiento de los sardos como minoría étnico-lingüística.[27]

En la década de 1990, hubo un resurgimiento de la música en idioma sardo, que va desde los géneros más tradicionales (cantu a tenore, cantu a chiterra, gozos etc.) al rock (Kenze Neke, Askra, Tzoku, etc.), hip hop y el rap (Quilo, Sa Razza, Malam, Menhir, Stranos Elementos, Randagiu Sardu, Futta etc.): los artistas utilizan la lengua como medio para promover la isla y mirar a sus problemas de larga data.[187][188][189]​ También hay unas películas (como Su Re, Bellas Mariposas, Treulababbu, Sonetaula etc.) dobladas en sardo.[190]​ Después de una campaña de firmas,[191]​ se ha hecho posible cambiar la configuración del idioma en Facebook de cualquier idioma al sardo.[192][193]

Frecuencia de uso de los idiomas regionales en Italia (ISTAT, 2015).

En 1997, el sardo fue reconocido por la ley regional 26/1997 como lengua de la Región Autónoma de Cerdeña después del italiano.[194]​ Finalmente, el activismo hizo posible el reconocimiento formal de doce idiomas minoritarios (sardo, albanés, catalán, alemán, griego, esloveno, croata, francés, franco-provenzal, friulano, ladino y occitano) a fines de los años noventa por la ley nacional 482/1999,[1]​ en acuerdo con el art. 6 de la Constitución italiana. Si bien la primera sección de dicha ley establece que el italiano es el solo idioma oficial de la República, se incluyen varias disposiciones para normalizar el uso de dichos idiomas y permitir que se conviertan en parte integrante del tejido nacional.[195]​ Sin embargo, Italia (junto con la Francia y Malta[196]​) no ha ratificado la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales.[197]

Hoy en día, lo que destaca mediante unos análisis parece ser una regresión, lenta pero constante y muy profunda, de cualquier competencia activa y pasiva, por motivos políticos y también socioeconómicos (el uso del italiano presentado como un progreso social,[198]​ habiendo al contrario un estigma asociado con el del sardo, el despoblamiento gradual de los barrios internos y el mutuo entendimiento con los idiomas de la isla que no son sardos, etc.): nótese que, frente a un 68% de personas que hablan el sardo en una situación de diglosia, entre los jóvenes en edad escolar esta porcentaje baja al 13% del total;[199]​ el problema se presenta mucho más en las ciudades, donde el idioma indígena casi ha desaparecido, que en las aldeas.[200]​ Se puede afirmar que, con la excepción de unas subregiones (Goceano, Barbagia y Baronìa) que siguen siendo los principales bastiones de la lengua, la isla está totalmente italianizada. Por estas razones la UNESCO clasifica la lengua y todas sus variantes en serio peligro de extinción (definitely endangered).[201]

El grupo de investigación Euromosaic, comisionado por la Comisión Europea con la intención de averiguar la situación lingüística en los territorios europeos marcados por minorías etnolingüísticas, concluye su informe así:

Parece que se trata de otra lengua minoritaria en peligro. Los organismos responsables de la producción y reproducción de la lengua ya no cumplen el papel que desempeñaron en la última generación. El sistema educativo no apoya en modo alguno la lengua, su producción y reproducción. La lengua no goza de ningún prestigio y en los contextos de trabajo su uso no proviene de ningún proceso sistemático, sino que es meramente espontáneo. Parece ser un idioma relegado a interacciones muy localizadas entre amigos y parientes. Su base institucional es extremadamente débil y está en continuo declive. Sin embargo, hay cierta preocupación entre sus hablantes, que tienen una conexión emocional con la lengua y su relación con la identidad sarda.

Mientras la práctica de la lengua sarda está en declive, la del italiano regional, llamado con irónico desprecio por la comunidad lingüística sarda italianu porcheddinu[202]​ ("italiano cochino"), está en aumento en las nuevas generaciones.

La subordinación sociolingüística del sardo al italiano ha llevado a un proceso de degeneración gradual de la lengua sarda en un patois etiquetado como italiano regional. Este nuevo código lingüístico, que surge de la interferencia entre el italiano y el sardo, es particularmente común entre las clases culturales y sociales menos privilegiadas.

Hay una división importante entre los que creen que la protección de la lengua ha llegado demasiado tarde, afirmando además que es una difícil tarea la de tomar una decisión para unificar la lengua, y los que creen que al contrario sea esencial para invertir la tendencia, mirando a ejemplos como el catalán. Un proyecto de ley del gobierno Monti, que en realidad no ha sido aprobado[203]​ (en efecto, todavía el estado italiano no ha retificado la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales[204]​), habría debido ulteriormente reducir el nivel de protección de la lengua sarda,[205]​ que ya era bastante bajo,[206]​ diferenciando entre idiomas que están protegidos por estados extranjeros (alemán, esloveno y francés) y otros que nunca han tenido esa posibilidad. Eso ha sido visto como un abuso contra la lengua, y por lo tanto ha provocado una cierta reacción por parte de algunos intelectuales y políticos.[207][208][209][210][211][212][213]​ Han suscitado recientemente sorpresa los intentos, por parte de algunos alumnos sardos, de presentar el examen de bachillerato o de la educación secundaria hablando esto idioma.[214][215][216][217][218][219][220]

Aspectos sociales y culturales

Iglesia del Pater Noster, Jerusalén. Padre nuestro (Babbu nostru) en sardo.

Distribución geográfica

Las variedades tradicionalmente adscritas al "sardo" se usan en toda la isla de Cerdeña, con excepción del casco antiguo de la ciudad de Alguer (donde se habla un catalán arcaico), y en las islas menores circundantes, salvo en San Pietro y parte de Sant'Antioco (donde persiste el dialecto ligur tabarquino). Si bien entre las variedades tradicionalmente adscritas al sardo conviene diferenciar entre el sardo propiamente dicho y los idiomas sardos-corsos de Cerdeña. Estos últimos incluyen el sasarés y el galurés.

Grupos del idioma sardo y variantes

El sardo propiamente dicho está constituido por dos grupos principales:

  • El sardo logudorés (sardu logudoresu), que es hablado en el norte y parte del centro de Cerdeña, comprende a su vez los dialectos del logudorés común y del sardo nuorés (sardu nugoresu); algunas de las variantes del nuorés (más exactamente las habladas en la zona de las Baronías, en el nordeste de la isla) tienen la reputación de ser las más cercanas al latín. El logudorés, tradicionalmente, ha gozado siempre de un gran prestigio literario y ha manifestado mucha vivacidad cultural.
  • El sardo campidanés (sardu campidanesu), que es hablado en la región histórico-geográfica del Campidano, o sea en la parte centro-meridional de Cerdeña, es la variedad más hablada en la isla, además de ser el idioma de su capital, Cagliari.

Tradicionalmente se consideran dialectos sardos, aunque presentan una estructura gramatical más similar al corso y con fuertes influjos ligures y toscanos, las siguientes variantes:

  • El gallurés (gadduresu), hablado en la parte nordeste de la isla, en Gallura, y que está emparentado en la estructura gramatical y en la pronunciación con los dialectos meridionales de Córcega, a causa de los notables influjos migratorios.
  • El sasarés (sassaresu), hablado en Sassari, en Porto Torres y en zonas aledañas, posee características intermedias entre el galurés y el logudorés, derivadas también de la fuerte influencia ejercida por los dominadores pisanos, genoveses y españoles.

Reconocimiento institucional

Comunidades reconocidas por el Estado italiano como minorías lingüísticas históricas.[221]

La lengua sarda ha sido reconocida con la ley regional N.º 26 del 15 de octubre de 1997 como segunda lengua oficial de Cerdeña, junto al italiano. La ley regional aplica y reglamenta algunas normas del estado italiano en tutela de las minorías lingüísticas. Los códigos ISO 639-3 son:

  • sardo campidanés: "sro"
  • sardo logudorés: "src"
  • galurés: "sdn"
  • sasarés: "sdc"

Este idioma ha sido reconocido por el Parlamento Italiano con la ley 482/1999 como una "minoría lingüística histórica" de Italia.[1]

Descripción lingüística

Fonética y fonología

Fonética y fonológicamente, el sardo comparte rasgos tanto con las variedades lingüísticas meridionales de Italia como con las lenguas iberorromances, sobre todo con el catalán, el castellano y el asturiano. Entre sus características más importantes se encuentran:

  • Sistema de cinco vocales: /a, e, i, o, u/ sin distinción fonológica de abertura en e y o, al igual que en español.
  • Conservación de la i y la u breves del latín, que en varias lenguas romances se convirtieron en e y o, perdiendo así la diferencia entre i/e y u/o. En ese aspecto de los timbres se considera que el sardo es la lengua romance más conservadora ya que el resto de lenguas romances alteraron sus timbres de acuerdo a la cantidad vocálica, y sólo el sardo retuvo en todos los casos el timbre original.
  • Ausencia de diptongación de las e y o breves latinas, como en las lenguas gallego-portuguesas, lo que sí sucede en español e italiano (en sílabas abiertas).
  • Betacismo: neutralización de b/v a favor de la primera: biri, ver. En otros casos podemos tener las dos posibilidades vida/bida, "vida".
  • La b inicial de palabra en la gran mayoría de los casos es pronunciada con un sonido exactamente igual al español, entre la b y la v. Este sonido, justo como en español, se aprecia más si la b en la pronunciación viene precedida de un sonido vocálico, esto es, por ejemplo después de los artículos en singular y si la s de los artículos y de los demostrativos plurales cae, caso normativo en muchas variedades del sardo, así como en el español andaluz o sudamericano: sas bacas ("sa'bàccasa"), las vacas, sas boghes ("sa'bòghese"), las voces, sa beridade, la verdad, custas bessidas ("custa'bessìdasa", estas salidas). Pero tenemos también el sonido fuerte de la pb, como en sos babbos ("so'bbàbboso"), los padres.
  • Elisión de la b, de la v y de la g inicial cuando las precede una palabra que termina en vocal: s'aca (sa baca, la vaca), su 'entu (su bentu, el viento), su 'atu (su gatu, el gato). Aquí también, hay excepciones: su babbu (el padre). En la variante meridional del nuorés (pueblos de Fonni, Orgosolo, Ovodda, etc,) también se eliden la c y la f: su 'ane (su cane, el perro/can), su 'edu (su fedu, los jóvenes), 'Onne (Fonni). Estas elisiones son también comunes en galurés.
  • Elisión de la -v- intervocálica latina: NOVU > nou.
  • Conservación en varias palabras del sonido velar latino [k] ante las vocales palatales e, i que en las demás lenguas románicas se convirtieron en palatales o fricativas dentales: VOCEM > boghe/boche ['boge] "voz", DECEM > deghe/deche ['deke] "diez", CENARE > chenare/chenare ['kenare] "cenar". Compárese con el dálmata (dic, vauc y chenur) que también retenía el sonido original -k pero solo ante -e.
  • Sonorización de las sordas intervocálicas del latín y, a diferencia del español, el fenómeno también se da en las oclusivas sordas iniciales: putzu ['puθu] o ['putsu], pozo, su putzu [su'βuθu] o [su'βutsu], el pozo; curtura [kur'tura], cultura, sa curtura [sagur'tura], la cultura.
  • Vocal epentética en las palabras que comienzan por r-: arresultáu "resultado", arrenuntziai "renunciar", urrei "rey". Este fenómeno no se da en la variedad logudorés clásica: resultadu, renuntziare, re(i).
  • En el dialecto campidanés, sólo tres vocales /a, i, u/ pueden aparecer en sílaba átona.
  • En el dialecto logudorés, en el nuorés y hasta en el campidanés septentrional, siempre hay vocal epentética en las palabras latinas que empezaban por s+consonante, como en español, portugués y catalán. En el sardo esta vocal es la i y no la e: s'istòria, la historia, s'istadu, el estado, Ispannia/Ispagna, España, s'iscola, la escuela, s'istrumentu, el instrumento, etc.
  • En la pronunciación, añadidura de una vocal paragógica al final de las palabras que terminan con s. Esta vocal siempre es la última que aparece en la palabra en cuestión: "sos ominese", sos òmines, los hombres, "sa'dòmoso", sas domos, las casas, "custas còsasa", custas cosas, estas cosas, "Portudòrrese", Porto Torres, etc. Este fenómeno no debe trasladarse a la lengua escrita.

Comparación léxica

Los numerales en diferentes variedades romances de Cerdeña son:[222]

GLOSA Sardo Corso
Logudorés Campidanés Galurés Sasarés
'1' unu / una
unu / una
unu / una
unu / una
unu / una
unu / una
unu / una
unu / una
'2' duɔs(o) / duas(a)
duos / duas
duz(u) / duas
duus / duas
dui
dui
dui
dui
'3' tɾɛs(e)
tres
tɾɛs(i)
tres
tɾe
tre
tɾe
tre
'4' batˑɔɾ(o)
bat(t)or
kwatˑɾˑu
cuat(t)ru
katːɾu
cattru
kwatːɾu
cuattru
'5' kimbɛ
chimbe
ʧiŋku
cincu
ʧiŋku
cincu
ʦiŋku
tzincu
'6' sɛs(e)
ses
sɛs(i)
ses
sɛi
sei
sɛi
sei
'7' sɛtˑɛ
set(t)e
sɛtˑi
set(t)i
sɛtːi
setti
sɛtːi
setti
'8' ɔtˑɔ
ot(t)o
ɔtˑu
ot(t)u
ɔtːu
ottu
ɔtːu
ottu
'9' nɔɛ
noe
nɔi
noi
nɔi
noi
nɔβi
nobi
'10' dɛɣɛ
deghe
dɛʒi
dexi
dɛʧi
deci
dɛdzi
dezzi

El sardo distingue entre las formas de masculino y femenino para los numerales '1' y '2', para todos aquellos que terminan con '1' exceptuando el '11', '111', etc., y también para todas las centenas a partir de '200', similarmente a lo que acontece en español y en portugués.

Tabla de comparación de las lenguas neo-latinas (en los nombres dobles en sardo consta primero el nombre en logudorés y luego el en campidanés):

Latín Francés Asturleonés Italiano Castellano Occitano Catalán Aragonés Portugués Gallego Rumano Sardo Sassarés Gallurés Corso Siciliano
CLAVE clef/
clé
chave/llave chiave llave clau clau clau chave chave cheie crae/
crai
ciabi chiaj/ciai chjave/
chjavi
chiavi
NOCTE(M) nuit nueite/nueche notte noche nuèit/
nuèch
nit nueit noite noite noapte notte/notti notti notti notte/notti notti
CANTARE chanter cantare/cantar/canciar cantare cantar cantar cantar cantar cantar cantar cânta cantare/cantai cantà cantà cantà cantari
CAPRA chèvre cabra capra cabra cabra/
craba
cabra craba cabra cabra capra craba crabba capra/crabba capra capra
LINGUA langue llingua/llengua lingua lengua lenga/
lengua
llengua luenga língua lingua limbă limba/
lingua
linga linga lingua lingua
PLATEA place praza/plaza piazza plaza plaça plaça plaza praça praza piaţă pratza piatza piazza piazza chiazza
PONTE(M) pont ponte ponte puente pònt pont puent ponte ponte pod/punte (puente
'pasarela')
ponte/ponti ponti ponti ponte/
ponti
ponti
ECCLESIA église igrexa/ilesia/iglesia chiesa iglesia glèisa església ilesia igreja igrexa biserică cheja/cresia jesgia ghjesgia ghjesgia cresia
HOSPITALE(M) hôpital hespital ospedale hospital espital/
espitau
hospital espital hospital hospital spital ispidale/ispidali ippidari spidali/uspidali spedale/
uspidali
spitali
CASEUS
lat. vulg.FORMATICU(M)
fromage queisu/quesu formaggio/

cacio

queso formatge formatge formache/
queso
queijo queixo brânză
(caş 'requesón')
casu casgiu casgiu casgiu furmàggiu/
caciu

Morfología y sintaxis

En muchos aspectos, el sardo se diferencia bastante claramente de las otras lenguas neo-latinas, especialmente en el verbo.

  • El futuro simple: se forma mediante el auxiliar àer ("haber") más la preposición "a" y el infinitivo. Ej.: apo a narrer ("diré"), as a narrer ("dirás").
  • El condicional: se forma utilizando una forma modificada del verbo deper ("deber") más la preposición "a" (opcional) y el infinitivo. Ej.: dia (a) narrer ("diría"), dias (a) narrer ("dirías") o bien con una forma modificada del verbo àer ("haber") más "a" y el infinitivo: apia a narrer, apias a narrer.
  • Forma progresiva: se forma con el auxiliar esser ("ser") más el gerundio. Ej.: soe andende ("estoy yendo/andando").
  • Imperativo negativo: análogamente a las lenguas románico-ibéricas, el imperativo negativo se forma usando la negación no más el subjuntivo. Ej.: no andes ("no vayas/andes").

Ortografía

El idioma ya se había estandarizado a partir de la Edad Media en los dos modelos logudoreses y campidaneses, pero no existe una ortografía unificada aceptada por todos. Sin embargo, la Región de Cerdeña y muchas instituciones utilizan la ortografía de la Limba Sarda Comuna (LSC), "lengua sarda común".

Referencias

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  2. <<Nel 1948 la Sardegna diventa, anche per le sue peculiarità linguistiche, Regione Autonoma a statuto speciale. Tuttavia a livello politico, ufficiale, non cambia molto per la minoranza linguistica sarda, che, con circa 1,2 milioni di parlanti, è la più numerosa tra tutte le comunità alloglotte esistenti sul territorio italiano...>>. De Concini, Wolftraud (2003). Gli altri d'Italia : minoranze linguistiche allo specchio, Pergine Valsugana : Comune, p.196.
  3. «Lingue di Minoranza e Scuola, Sardo». Archivado desde el original el 16 de octubre de 2018. Consultado el 17 de febrero de 2019. 
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  5. «What Languages are Spoken in Italy?». 
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  9. «If present trends continue, it is possible that within a few generations the regional variety of Italian will supplant Sardinian as the popular idiom and that linguists of the future will be obliged to refer to Sardinian only as a substratal influence which has shaped a regional dialect of Italian rather than as a living language descended directly from Latin.» Martin Harris, Nigel Vincent (2003). The Romance languages. London, New York. p. 349. 
  10. a b Koryakov Y.B. Atlas of Romance languages. Mosca, 2001
  11. Es de señalar que Wagner realizó la investigación académica en 1951; se necesitaron otros cuarenta años para que los sardos fueran reconocidos políticamente, al menos formalmente, como una de las doce minorías lingüisticas de Italia por la Ley N.482/99.
  12. Renzi, Lorenzo (1994). Nuova introduzione alla filologia romanza. Bologna, Il Mulino. Pagg. 504. ISBN 88-15-04340-3
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  22. «El sardo es un conglomerado de dialectos muy original con respecto a las variedades neolatinas y completamente distinto de la tipología italorománica, y su originalidad como un grupo propio entre las lenguas romances es indiscutible.»«(Toso, Fiorenzo). Lingue sotto il tetto d'Italia. Le minoranze alloglotte da Bolzano a Carloforte - 8. Il sardo». 
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  26. «Dopo pisani e genovesi si erano susseguiti aragonesi di lingua catalana, spagnoli di lingua castigliana, austriaci, piemontesi ed, infine, italiani [...] Nonostante questi impatti linguistici, la "limba sarda" si mantiene relativamente intatta attraverso i secoli. [...] Fino al fascismo: che vietò l'uso del sardo non solo in chiesa, ma anche in tutte le manifestazioni folkloristiche.». De Concini, Wolftraud (2003). Gli altri d'Italia : minoranze linguistiche allo specchio, Pergine Valsugana : Comune, p.195-196.
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  45. Motzo, Bacchisio Raimondo (1933). Balari in Enciclopedia Italiana, citado en Treccani
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  47. Giovanni Ugas – L'alba dei Nuraghi (2005) pg.241
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  50. Giulio Paulis, «L'influsso linguistico fenicio-punico in Sardegna. Nuove acquisizioni e prospettive di ricerca», in Circolazioni culturali nel Mediterraneo antico. Atti della VI giornata camito-semtica e indoeuropea, I Convegno Internazionale di linguistica dell'area mediterranea, Sassari 24-27 aprile 1991, curado por Paolo Filigheddu, Cagliari, Corda, 1994, pp. 213-219
  51. Ignazio Putzu, “La posizione linguistica del sardo nel contesto mediterraneo”, in Neues aus der Bremer Linguistikwerkstatt: aktuelle Themen und Projekte, ed. Cornelia Stroh (Bochum: Universitätsverlag Dr. N. Brockmeyer, 2012), 183.
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  53. Wagner M.L., D.E.S. – Dizionario etimologico sardo, DES, Heidelberg, 1960–64
  54. «Sardinia was under the control of Carthage from around 500BC. It was conquered by Rome in 238/7 BC, but was isolated and apparently despised by the Romans, and Romanisation was not rapid.» James Noel Adams (9 January 2003). Bilingualism and the Latin Language. Cambridge University Press. p. 209. ISBN 9780521817714
  55. «E viceversa gli scrittori romani giudicavano la Sardegna una terra malsana, dove dominava la pestilentia (la malaria), abitata da popoli di origine africana ribelli e resistenti, impegnati in latrocinia ed in azioni di pirateria che si spingevano fino al litorale etrusco; un luogo terribile, scarsamente urbanizzato, destinato a diventare nei secoli la terra d’esilio per i condannati ad metalla». Attilio Mastino (2009). «Storia della Sardegna antica». Il Maestrale (2 edición). pp. 15-16. 
  56. «Fallacissimum genus esse Phoenicum omnia monumenta vetustatis atque omnes historiae nobis prodiderunt. ab his orti Poeni multis Carthaginiensium rebellionibus, multis violatis fractisque foederibus nihil se degenerasse docuerunt. A Poenis admixto Afrorum genere Sardi non deducti in Sardiniam atque ibi constituti, sed amandati et repudiati coloni. [...] Africa ipsa parens illa Sardiniae, quae plurima et acerbissima cum maioribus nostris bella gessit, non solum fidelissimis regnis sed etiam in ipsa provincia se a societate Punicorum bellorum Vtica teste defendit.» «Cicero: Pro Scauro». Consultado el 28 de noviembre de 2015. 
  57. «Cicerone in particolare odiava i Sardi per il loro colorito terreo, per la loro lingua incomprensibile, per l’antiestetica mastruca, per le loro origini africane e per l’estesa condizione servile, per l’assenza di città alleate dei Romani, per il rapporto privilegiato dei Sardi con l’antica Cartagine e per la resistenza contro il dominio di Roma.» Attilio Mastino (2009). «Storia della Sardegna antica». Il Maestrale (2 edición). p. 16. 
  58. Casula, Francesco Cesare (1994). La Storia di Sardegna. Sassari, it: Carlo Delfino Editore. ISBN 978-88-7138-084-1. p.110
  59. Zhang, Huiying (2015). «From Latin to the Romance languages: A normal evolution to what extent?». Quarterly Journal of Chinese Studies 3 (4): 105-111. Archivado desde el original el 19 de enero de 2018. Consultado el 17 de febrero de 2019. 
  60. Barreca F.(1988), La civiltà fenicio-punica in Sardegna, Carlo Delfino Editore, Sassari
  61. Cum utroque sermone nostro sis paratus. Svetonio, De vita Caesarum, Divus Claudius, 42
  62. M. Wescher e M. Blancard, Charte sarde de l’abbaye de Saint-Victor de Marseille écrite en caractères grecs, in "Bibliothèque de l’ École des chartes", 35 (1874), pp. 255–265
  63. Un’inedita carta sardo-greca del XII secolo nell’Archivio Capitolare di Pisa, di Alessandro Soddu – Paola Crasta – Giovanni Strinna
  64. a b Giulio Paulis, Lingua e cultura nella Sardegna Bizantina, Sassari, 1983
  65. "La lingua sarda acquisì dignità di lingua nazionale già dall'ultimo scorcio del secolo XI quando, grazie a favorevoli circostanze storico-politiche e sociali, sfuggì alla limitazione dell'uso orale per giungere alla forma scritta, trasformandosi in volgare sardo." Cecilia Tasca (a cura di), 2003. Manoscritti e lingua sarda, La memoria storica, p.15
  66. «I Sardi inoltre sono i primi fra tutti i popoli di lingua romanza a fare della lingua comune della gente, la lingua ufficiale dello Stato, del Governo...» Puddu, Mario (2002). Istoria de sa limba sarda, Ed. Domus de Janas, Selargius, pg.14
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  68. Maurizio Virdis, Le prime manifestazioni della scrittura nel cagliaritano, in Judicalia, Atti del Seminario di Studi Cagliari 14 dicembre 2003, a cura di B. Fois, Cagliari, Cuec, 2004, pp. 45-54.
  69. Como el historiador italiano Ludovico Muratori evidenció, «Potissimum vero ad usurpandum in scriptis Italicum idioma gentem nostram fuisse adductam puto finitimarum exemplo, Provincialium, Corsorum atque Sardorum» ("En realidad, creo que nuestra gente [los italianos] ha sido inducida a emplear el idioma italico [italiano] para escribir siguiendo el ejemplo de nuestros vecinos, los provenzales, los corsos y los sardos") y, más allá, «Sardorum quoque et Corsorum exemplum memoravi Vulgari sua Lingua utentium, utpote qui Italis preivisse in hoc eodem studio videntur» ("Además, he puesto en evidencia el ejemplo de los sardos y corsos, que han usado su propia lengua vulgar, como los que precedieron a los italianos en tal sentido"). Antonio, Ludovico Antonio (1739). Antiquitates Italicae Moedii Evi, Mediolani, t. 2, col.1049
  70. «Un caso unico - e a parte - nel dominio romanzo è costituito dalla Sardegna, in cui i documenti giuridici incominciano ad essere redatti interamente in volgare già alla fine dell'XI secolo e si fanno più frequenti nei secoli successivi. (...) L'eccezionalità della situazione sarda nel panorama romanzo consiste - come si diceva - nel fatto che tali testi sono stati scritti sin dall'inizio interamente in volgare. Diversamente da quanto succede a questa altezza cronologica (e anche dopo) in Francia, in Provenza, in Italia e nella Penisola iberica, il documento sardo esclude del tutto la compresenza di volgare e latino. (...) il sardo era usato prevalentemente in documenti a circolazione interna, il latino in documenti che concernevano il rapporto con il continente.» Lorenzo Renzi, Alvise Andreose, Manuale di linguistica e filologia romanza, Il Mulino, 2009, pp. 256-257.
  71. Ferrer, Eduardo Blasco (1984). Storia Linguistica Della Sardegna, pg.65, De Gruyter
  72. Tagliavini, Carlo (1964). Le origini delle lingue neolatine, Patron, Bologna, pg.450
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  76. De Vulgari Eloquentia, Lib. I, XI, 7
  77. De Vulgari Eloquentia 's Italian paraphrase by Sergio Cecchini
  78. a b Marinella Lőrinczi, La casa del signore. La lingua sarda nel De vulgari eloquentia
  79. a b Salvi, Sergio. Le lingue tagliate: storia delle minoranze linguistiche in Italia, Rizzoli, 1975, pp.195
  80. Domna, tant vos ai preiada (BdT 392.7), vv. 74-75
  81. Leopold Wagner, Max. La lingua sarda, a cura di Giulio Paulis Archivado el 26 de enero de 2016 en Wayback Machine. - Ilisso, pp.78
  82. Le sarde, una langue normale - Jean-Pierre Cavaillé
  83. Dittamondo III XII 56 ss.
  84. Wa ahl Ğazīrat Sardāniya fī aṣl Rūm Afāriqa mutabarbirūn mutawaḥḥišūn min ağnās ar-Rūm wa hum ahl nağida wa hazm lā yufariqūn as-silāḥ. «Contu, Giuseppe. Sardinia in Arabic sources». Archivado desde el original el 11 de octubre de 2017. Consultado el 21 de febrero de 2019. . Annali della Facoltà di Lingue e Letterature Straniere dell'Università di Sassari, Vol. 3 (2003 pubbl. 2005), p. 287-297. ISSN 1828-5384
  85. Mastino, Attilio (2005). Storia della Sardegna antica, Edizioni Il Maestrale, pp.83
  86. Paolo Pompilio (1455-91): «ubi pagani integra pene latinitate loquuntur et, ubi uoces latinae franguntur, tum in sonum tractusque transeunt sardinensis sermonis, qui, ut ipse noui, etiam ex latino est» ("donde los habitantes hablan un latín casi intacto y, cuando las palabras latinas se corrompen, pasan a los sonidos y rasgos de la lengua sarda, que, por lo que sé, también deriva del latín")». Citado en Michele Loporcaro (2015). «Vowel Length from Latin to Romance». Oxford University Press. p. 48. 
  87. «Non vi è dubbio che vi erano rapporti più stretti tra la latinità dell'Africa settentrionale e quella della Sardegna. Senza parlare della affinità della razza e degli elementi libici che possano ancora esistere in sardo, non bisogna dimenticare che la Sardegna rimase, durante vari secoli, alle dipendenze dell'esarcato africano». Wagner, M. (1952). Il Nome Sardo del Mese di Giugno (Lámpadas) e i Rapporti del Latino d'Africa con quello della Sardegna. Italica, 29(3), 152. doi:10.2307/477388
  88. J. N. Adams (2007). «The Regional Diversification of Latin 200 BC - AD 600». Cambridge University Press. p. 576. ISBN 978-1-139-46881-7. 
  89. Archivo Cassinense Perg. Caps. XI, n. 11" y "TOLA P., Código Diplomático de Cerdeña, I, Sassari, 1984, p. 153
  90. In nomine Domini amen. Ego iudice Mariano de Lacon fazo ista carta ad onore de omnes homines de Pisas pro xu toloneu ci mi pecterunt: e ego donolislu pro ca lis so ego amicu caru e itsos a mimi; ci nullu imperatore ci lu aet potestare istu locu de non (n)apat comiatu de leuarelis toloneu in placitu: de non occidere pisanu ingratis: e ccausa ipsoro ci lis aem leuare ingratis, de facerlis iustitia inperatore ci nce aet exere intu locu ...
  91. E inper(a)tor(e) ki l ati kastikari ista delegantzia e fagere kantu narat ista carta siat benedittu ...
  92. In nomine de Pater et Filiu et Sanctu Ispiritu. Ego iudigi Salusi de Lacunu cun muiere mea donna (Ad)elasia, uoluntate de Donnu Deu potestando parte de KKaralis, assolbu llu Arresmundu, priori de sanctu Saturru, a fagiri si carta in co bolit. Et ego Arresmundu, l(eba)nd(u) ass(o)ltura daba (su) donnu miu iudegi Salusi de Lacunu, ki mi illu castigit Donnu Deu balaus (a)nnus rt bonus et a issi et a (muiere) sua, fazzu mi carta pro kertu ki fegi cun isus de Maara pro su saltu ubi si ( ... )ari zizimi ( ... ) Maara, ki est de sanctu Saturru. Intrei in kertu cun isus de Maara ca mi machelaa(nt) in issu saltu miu (et canpa)niarunt si megu, c'auea cun istimonius bonus ki furunt armadus a iurari, pro cantu kertàà cun, ca fuit totu de sanctu Sat(ur)ru su saltu. Et derunt mi in issu canpaniu daa petra de mama et filia derectu a ssu runcu terra de Gosantini de Baniu et derectu a bruncu d'argillas e derectu a piskina d'arenas e leuat cabizali derectu a sa bia de carru de su mudeglu et clonpit a su cabizali de uentu dextru de ssa doméstia de donnigellu Cumitayet leuet tuduy su cabizali et essit a ssas zinnigas de moori de silba, lassandu a manca serriu et clonpit deretu a ssu pizariu de sellas, ubi posirus sa dìì su tremini et leuat sa bia maiori de genna (de sa) terra al(ba et) lebat su moori ( ... ) a sa terra de sanctu Saturru, lassandu lla issa a manca et lebat su moori lassandu a (manca) sas cortis d'oriinas de ( ... ) si. Et apirus cummentu in su campaniu, ki fegir(us), d'arari issus sas terras ipsoru ki sunt in su saltu miu et (ll)u castiari s(u) saltu et issus hominis mius de Sinnay arari sas terras mias et issas terras issoru ki sunt in saltu de ssus et issus castiari su saltu(u i)ssoru. Custu fegirus plagendu mi a mimi et a issus homi(nis) mius de Sinnay et de totu billa de Maara. Istimonius ki furunt a ssegari su saltu de pari (et) a poniri sus treminis, donnu Cumita de Lacun, ki fut curatori de Canpitanu, Cumita d'Orrù ( ... ) du, A. Sufreri et Iohanni de Serra, filiu de su curatori, Petru Soriga et Gosantini Toccu Mullina, M( ... ) gi Calcaniu de Pirri, C. de Solanas, C. Pullu de Dergei, Iorgi Cabra de Kerarius, Iorgi Sartoris, Laurenz( ... ) ius, G. Toccu de Kerarius et P. Marzu de Quartu iossu et prebiteru Albuki de Kibullas et P. de Zippari et M. Gregu, M. de Sogus de Palma et G. Corsu de sancta Ilia et A. Carena, G. Artea de Palma et Oliueri de Kkarda ( ... ) pisanu et issu gonpanioni. Et sunt istimonius de logu Arzzoccu de Maroniu et Gonnari de Laco(n) mancosu et Trogotori Dezzori de Dolia. Et est facta custa carta abendu si lla iudegi a manu sua sa curatoria de Canpitanu pro logu salbadori (et) ki ll'(aet) deuertere, apat anathema (daba) Pater et Filiu et Sanctu Ispiritu, daba XII Appostolos et IIII Euangelistas, XVI Prophetas, XXIV Seniores, CCC(XVIII) Sanctus Patris et sorti apat cun Iuda in ifernum inferiori. Siat et F. I. A. T.
  93. Ego Benedictus operaius de Santa Maria de Pisas Ki la fatho custa carta cum voluntate di Domino e de Santa Maria e de Santa Simplichi e de indice Barusone de Gallul e de sa muliere donna Elene de Laccu Reina appit kertu piscupu Bernardu de Kivita, cum Iovanne operariu e mecum e cum Previtero Monte Magno Kercate nocus pro Santa Maria de vignolas ... et pro sa doma de VillaAlba e de Gisalle cum omnia pertinentia is soro .... essende facta custa campania cun sii Piscupu a boluntate de pare torraremus su Piscupu sa domo de Gisalle pro omnia sua e de sos clericos suos, e issa domo de Villa Alba, pro precu Kindoli mandarun sos consolos, e nois demus illi duas ankillas, ki farmi cojuvatas, suna cun servo suo in loco de rnola, e sattera in templo cun servii de malu sennu: a suna naran Maria Trivillo, a sattera jorgia Furchille, suna fuit de sa domo de Villa Alba, e sattera fuit de Santu Petru de Surake ... Testes Judike Barusone, Episcopu Jovanni de Galtellì, e Prite Petru I upu e Gosantine Troppis e prite Marchu e prite Natale e prite Gosantino Gulpio e prite Gomita Gatta e prite Comita Prias e Gerardu de Conettu ... e atteros rneta testes. Anno dom.milles.centes.septuag.tertio
  94. Vois messer N. electu potestate assu regimentu dessa terra de Sassari daue su altu Cumone de Janna azes jurare a sancta dei evangelia, qui fina assu termen a bois ordinatu bene et lejalmente azes facher su offitiu potestaria in sa dicta terra de Sassari ...
  95. Antonietta Orunesu, Valentino Pusceddu (a cura di). Cronaca medioevale sarda: i sovrani di Torres, 1993, Astra, Quartu S.Elena, p. 11
  96. Per què es parla català a l’Alguer? - Corpus Oral de l'Alguerés
  97. La Carta de Logu, La Costituzione Sarda
  98. Francesco C. Casula, La storia di Sardegna, 1994, p.424
  99. "[Los sardos] hablan su propio y peculiar idioma, el sardo, tanto en verso como en prosa, y esto en particular en el Cabo de Logudoro, donde es más puro, más rico y más elegante. Ya que son inmigrados aquí, y todos los días otros vienen a practicar el comercio, muchos españoles (tarragoneses o catalanes) e italianos, también [los sardos] hablan la lengua española (tarragonesa o catalana) y la lengua italiana, de modo que en un mismo pueblo se habla en todas estas lenguas. Los Callaritanos y los Algueresos se expresan, sin embargo, en general, en la lengua de sus mayores, es decir, el catalán, mientras que los otros conservan la auténtica lengua de los Sardos." Texto original: "[Sardi] Loquuntur lingua propria sardoa, tum ritmice, tum soluta oratione, praesertim in Capite Logudorii, ubi purior copiosior, et splendidior est. Et quia Hispani plures Aragonenses et Cathalani et Itali migrarunt in eam, et commerciorum caussa quotidie adventant, loquuntur etiam lingua hispanica et cathalana et italica; hisque omnibus linguis concionatur in uno eodemque populo. Caralitani tamen et Algharenses utuntur suorum maiorum lingua cathalana; alii vero genuinam retinent Sardorum linguam." Fara, Francesco Giovanni (1580). De Rebus Sardois, De natura et moribus Sardorum, 1835-1580, Torino, p.51. Desde Ioannis Francisci Farae (1992-1580), In Sardiniae Chorographiam, v.1, Gallizzi, Sassari
  100. Gessner, Conrad (1555). De differentiis linguarum tum veterum tum quae hodie apud diversas nationes in toto orbe terraru in usu sunt, Sardorum lingua: pp. 66-67
  101. Sigismondo Arquer (curado por Maria Teresa Laneri, 2008). Sardiniae brevis historia et descriptio, CUEC, pg.30, De Sardorum Lingua. Ciertamente, los sardos tenían una vez su propia lengua, sin embargo, dado que muchos pueblos emigraron a la isla y ka Cerdeña cayó bajo el dominio de muchas potencias extranjeras (a saber, latinos, pisanos, genoveses, españoles y africanos), el idioma de los sardos se corrompió extremadamente; sin embargo, se han conservado varias palabras que no tienen equivalente en ningún otro idioma. [...] Debido a esto, los sardos hablan de una manera muy diferente dependiendo de dónde vivan, ya que han estado bajo muchas dominaciones diversas; sin embargo, logran entenderse perfectamente. En la isla hay dos idiomas principales, el primero en las ciudades y el último fuera de su alcance. La gente de las ciudades comúnmente habla el español, tarragonès o catalán, que aprendieron de los españoles, que también ocupan gran parte de los puestos oficiales; todos los otros, por otro lado, conservan el idioma genuino de los sardos.
  102. Antonio Cano (Edited by Dino Manca, 2002). Sa Vitta et sa Morte, et Passione de sanctu Gavinu, Prothu et Januariu, CUEC
  103. a b Lingua sarda, Letteratura, Dalle origini al '700 . Sardegna Cultura
  104. Incipit de "Lettera al Maestro" ("La Sardegna e la Corsica", Ines Loi Corvetto, Torino, UTET Libreria, 1993): Semper happisi desiggiu, Illustrissimu Segnore, de magnificare, & arrichire sa limba nostra Sarda; dessa matessi manera qui sa naturale insoro tottu sas naciones dessu mundu hant magnificadu & arrichidu; comente est de vider per isos curiosos de cuddas.
  105. J. Arce, La literatura hispánica de Cerdeña. Revista de la Facultad de Filología, 1956
  106. ...L'Alguer castillo fuerte bien murado / con frutales por tierra divinos / y por la mar coral fino eltremado / es ciudad de más de mil vecinos...
  107. Lo Frasso, Antonio (1573). Los diez libros de fortuna d'Amor
  108. Ingrassia y Blasco Ferrer, 2009, vol. 3.
  109. Vicenç Bacallar, el sard botifler als orígens de la Real Academia Española - VilaWeb
  110. Olaya, Vicente G. (6 de enero de 2019). «La segunda vida de los tercios». El País. Consultado el 4 de junio de 2019. 
  111. Garipa, Ioan Matheu (1627). Legendariu de santas virgines, et martires de Iesu Crhistu, Per Lodouicu Grignanu, Roma
  112. "Totu sas naziones iscrient e imprentant sos libros in sas propias limbas nadias e duncas peri sa Sardigna – sigomente est una natzione – depet iscriere e imprentare sos libros in limba sarda. Una limba - sighit Garipa - chi de seguru bisongiat de irrichimentos e de afinicamentos, ma non est de contu prus pagu de sas ateras limbas neolatinas." ("Todas las naciones escriben e imprimen libros en su lengua materna, y por lo tanto Cerdeña -ya que es una nación- debe escribir e imprimir libros en lengua sarda. Una lengua que, sin duda, necesita ser enriquecida y refinada, pero que no es menos importante que las otras lenguas neolatinas."). Citado en Casula, Francesco. Sa chistione de sa limba in Montanaru e oe
  113. Paolo Maninchedda (2000): Nazionalismo, cosmopolitismo e provincialismo nella tradizione letteraria della Sardegna (secc. XV–XVIII), in: Revista de filología Románica, 17, p. 178
  114. «Cimitero antico». Página web oficial del municipio de Ploaghe. 
  115. M. Lepori, Dalla Spagna ai Savoia. Ceti e corona della Sardegna del Settecento (Rome, 2003)
  116. Eduardo Blasco Ferrer, Peter Koch, Daniela Marzo (2017). «Manuale di linguistica sarda. Manuals of Romance linguistics». De Gruyter Mouton. p. 169. 
  117. Joaquín Arce (1960), España en Cerdeña. Aportación cultural y testimonios de su influjo, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto «Jerónimo Zurita», p. 128
  118. Eduardo Blasco Ferrer, Peter Koch, Daniela Marzo (2017). «Manuale di linguistica sarda. Manuals of Romance linguistics». De Gruyter Mouton. pp. 168-169. 
  119. Eduardo Blasco Ferrer, Peter Koch, Daniela Marzo (2017). «Manuale di linguistica sarda. Manuals of Romance linguistics». De Gruyter Mouton. p. 201. 
  120. Cardia, Amos (2006). S'italianu in Sardìnnia candu, cumenti e poita d'ant impostu: 1720-1848; poderi e lìngua in Sardìnnia in edadi spanniola, Iskra, Ghilarza, pp. 86-87
  121. Palmarocchi, Roberto (1936). Sardegna sabauda, v.I, Tip. Mercantile G. Doglio, Cagliari, p.87
  122. Cardia, Amos (2006). S'italianu in Sardìnnia candu, cumenti e poita d'ant impostu: 1720-1848; poderi e lìngua in Sardìnnia in edadi spanniola, Iskra, Ghilarza, p.86
  123. Eduardo Blasco Ferrer, Giorgia Ingrassia (a cura di). Storia della lingua sarda : dal paleosardo alla musica rap, evoluzione storico-culturale, letteraria, linguistica. Scelta di brani esemplari commentati e tradotti, 2009, Cuec, Cagliari, p.110
  124. Bolognesi, Roberto (1998). «The Phonology of Campidanian Sardinian: A Unitary Account of a Self-Organizing Structure». Holland Academic Graphics (en inglés). 
  125. Cardia, Amos (2006). S'italianu in Sardìnnia candu, cumenti e poita d'ant impostu: 1720-1848; poderi e lìngua in Sardìnnia in edadi spanniola, Iskra, Ghilarza, pp. 88, 91
  126. «Limba Sarda 2.0S'italianu in Sardigna? Impostu a òbligu de lege cun Boginu – Limba Sarda 2.0». Limba Sarda 2.0. Consultado el 28 de noviembre de 2015. 
  127. «La limba proibita nella Sardegna del '700 da Ritorneremo, una storia tramandata oralmente». Consultado el 28 de noviembre de 2015. 
  128. <<L'italianizzazione dell'isola fu un obiettivo fondamentale della politica sabauda, strumentale a un più ampio progetto di assimilazione della Sardegna al Piemonte.>> Cardia, Amos (2006). S'italianu in Sardìnnia candu, cumenti e poita d'ant impostu: 1720-1848; poderi e lìngua in Sardìnnia in edadi spanniola, Iskra, Ghilarza, p.92
  129. «Ai funzionari sabaudi, inseriti negli ingranaggi dell'assolutismo burocratico ed educati al culto della regolarità e della precisione, l'isola appariva come qualcosa di estraneo e di bizzarro, come un Paese in preda alla barbarie e all'anarchia, popolato di selvaggi tutt'altro che buoni. Era difficile che quei funzionari potessero considerare il diverso altrimenti che come puro negativo. E infatti essi presero ad applicare alla Sardegna le stesse ricette applicate al Piemonte. Dirigeva la politica per la Sardegna il ministro Bogino, ruvido e inflessibile.». Guerci, Luciano (2006). L'Europa del Settecento : permanenze e mutamenti , UTET, p.576
  130. «En aquest sentit, la italianització definitiva de l'illa representava per a ell l'objectiu més urgent, i va decidir de contribuir-hi tot reformant les Universitats de Càller i de Sàsser, bandejant-ne alhora els jesuïtes de la direcció per tal com mantenien encara una relació massa estreta amb la cultura espanyola. El ministre Bogino havia entès que només dins d'una Universitat reformada podia crear-se una nova generació de joves que contribuïssin a homogeneïtzar de manera absoluta Sardenya amb el Piemont.» Joan Armangué i Herrero, Represa i exercici de la consciència lingüística a l'Alguer (ss.XVIII-XX), Arxiu de Tradicions de l'Alguer, Cagliari, I.1
  131. a b Bolognesi, Roberto; Heeringa, Wilbert. Sardegna fra tante lingue, pp.25, 2005, Condaghes
  132. a b c Salvi, Sergio (1974). Le lingue tagliate, Rizzoli, pg.181
  133. Cardia, Amos (2006). S'italianu in Sardìnnia candu, cumenti e poita d'ant impostu: 1720-1848; poderi e lìngua in Sardìnnia in edadi spanniola, Iskra, Ghilarza, p. 89
  134. Caria, Clemente (1981). Canto sacro-popolare in Sardegna, Oristano, S'Alvure, p.45
  135. La lingua sarda, Letteratura, Il Settecento. Sardegna Cultura
  136. «Dettori, Antonietta. Sardi, dialetti». 
  137. <<Il sistema di controllo capillare, in ambito amministrativo e penale, che introduce il Governo sabaudo, rappresenterà, fino all'Unità, uno dei canali più diretti di contatto con la nuova lingua "egemone" (o lingua-tetto) per la stragrande maggioranza della popolazione sarda.>> Eduardo Blasco Ferrer, Giorgia Ingrassia (a cura di). Storia della lingua sarda : dal paleosardo alla musica rap, evoluzione storico-culturale, letteraria, linguistica. Scelta di brani esemplari commentati e tradotti, 2009, Cuec, Cagliari, p.111
  138. Cardia, Amos (2006). S'italianu in Sardìnnia candu, cumenti e poita d'ant impostu: 1720-1848; poderi e lìngua in Sardìnnia in edadi spanniola, Iskra, Ghilarza, p. 89, 92
  139. Storia della lingua sarda, Giorgo Ingrassia e Eduardo Blasco Ferrer, CUEC
  140. Salvi, Sergio (1974). Le lingue tagliate, Rizzoli, pg.182-183
  141. Madau, Matteo (1782). Saggio d'un opera intitolata Il ripulimento della lingua sarda lavorato sopra la sua analogia colle due matrici lingue, la greca e la latina, Bernardo Titard, Cagliari
  142. Matteo Madau - Dizionario Biografico Treccani
  143. Matteo Madau, Ichnussa
  144. Sa limba tocare solet inue sa dente dolet - Maurizio Virdis
  145. Un arxipèlag invisible: la relació impossible de Sardenya i Còrsega sota nacionalismes, segles XVIII-XX - Marcel Farinelli, Universitat Pompeu Fabra. Institut Universitari d'Història Jaume Vicens i Vives, pp.285
  146. a b Cardia, Amos (2006). S'italianu in Sardìnnia candu, cumenti e poita d'ant impostu: 1720-1848; poderi e lìngua in Sardìnnia in edadi spanniola, Iskra, Ghilarza, pp. 111-112
  147. «Febrés, la prima grammatica sul sardo. A lezione di limba dal gesuita catalano». Sardiniapost.it. 
  148. Febres, Andres (1786). Prima grammatica de' tre dialetti sardi , Cagliari [disponible en la biblioteca universitaria de Cagliari, colección Baille, ms. 11.2.K., n.18]
  149. <<[Il Porru] In generale considera la lingua un patrimonio che deve essere tutelato e migliorato con sollecitudine. In definitiva, per il Porru possiamo ipotizzare una probabilmente sincera volontà di salvaguardia della lingua sarda che però, dato il clima di severa censura e repressione creato dal dominio sabaudo, dovette esprimersi tutta in funzione di un miglior apprendimento dell'italiano. Siamo nel 1811, ancora a breve distanza dalla stagione calda della rivolta antifeudale e repubblicana, dentro il periodo delle congiure e della repressione.>> Cardia, Amos (2006). S'italianu in Sardìnnia candu, cumenti e poita d'ant impostu: 1720-1848; poderi e lìngua in Sardìnnia in edadi spanniola, Iskra, Ghilarza, pp. 112-113
  150. [...]Ciononostante le due opere dello Spano sono di straordinaria importanza, in quanto aprirono in Sardegna la discussione sul "problema della lingua sarda", quella che sarebbe dovuta essere la lingua unificata ed unificante, che si sarebbe dovuta imporre in tutta l'isola sulle particolarità dei singoli dialetti e suddialetti, la lingua della nazione sarda, con la quale la Sardegna intendeva inserirsi tra le altre nazioni europee, quelle che nell'Ottocento avevano già raggiunto o stavano per raggiungere la loro attuazione politica e culturale, compresa la nazione italiana. E proprio sulla falsariga di quanto era stato teorizzato ed anche attuato a favore della nazione italiana, che nell'Ottocento stava per portare a termine il processo di unificazione linguistica, elevando il dialetto fiorentino e toscano al ruolo di "lingua nazionale", chiamandolo "italiano illustre", anche in Sardegna l'auspicata "lingua nazionale sarda" fu denominata "sardo illustre". Massimo Pittau, Grammatica del sardo illustre, Nuoro, pp. 11-12, Premessa
  151. <<Il presente lavoro però restringesi propriamente al solo Logudorese ossia Centrale, che questo forma la vera lingua nazionale, la più antica ed armoniosa e che soffrì alterazioni meno delle altre>>. Ispanu, Johanne (1840). Ortographia sarda nationale o siat grammatica de sa limba logudoresa cumparada cum s'italiana, pg.12
  152. a b Manuale di linguistica sarda Archivado el 12 de junio de 2018 en Wayback Machine., 2017, Ed. by Eduardo Blasco Ferrer, Peter Koch, Daniela Marzo. Manuals of Romance Linguistics, De Gruyter Mouton, pp.209-210
  153. Una innovazione in materia di incivilimento della Sardegna e d’istruzione pubblica, che sotto vari aspetti sarebbe importantissima, si è quella di proibire severamente in ogni atto pubblico civile non meno che nelle funzioni ecclesiastiche, tranne le prediche, l’uso dei dialetti sardi, prescrivendo l’esclusivo impiego della lingua italiana. Attualmente in sardo si gettano i così detti pregoni o bandi; in sardo si cantano gl'inni dei Santi (Goccius), alcuni dei quali privi di dignità… È necessario inoltre scemare l’uso del dialetto sardo [sic] ed introdurre quello della lingua italiana anche per altri non men forti motivi; ossia per incivilire alquanto quella nazione, sì affinché vi siano più universalmente comprese le istruzioni e gli ordini del Governo… sì finalmente per togliere una delle maggiori divisioni, che sono fra la Sardegna e i Regi stati di terraferma." (Considerazioni politiche ed economiche sulla Sardegna, 1848 - Carlo Baudi di Vesme)
  154. La introducción del italiano como lengua extranjera en las aldeas sardas se ejemplifica en un pasaje de "Sa limba est s'istoria de su mundu" de Francesco (Frantziscu) Masala, Condaghes, pág.4. «Cuando era un niño, todos solíamos hablar en la lengua sarda. No hablamos ningún otro idioma en nuestros hogares. Y empecé a saber todas las cosas del mundo en el idioma nativo. A la edad de seis años, fui al primer grado y el profesor de la escuela me prohibió a mí ya mis compañeros hablar en el único idioma que sabíamos: a partir de ese momento, debíamos hablar en italiano, "la lengua de la Patria", nos dijo serio. Así fue que todos los niños del pueblo entraban a la escuela brillantes y felices y salían aturdidos y tristes.» (Texto original: «A sos tempos de sa pitzinnìa, in bidda, totus chistionaiamus in limba sarda. In domos nostras no si faeddaiat atera limba. E deo, in sa limba nadìa, comintzei a connoscher totu sas cosas de su mundu. A sos ses annos, intrei in prima elementare e su mastru de iscola proibeit, a mie e a sos fedales mios, de faeddare in s'unica limba chi connoschiamus: depiamus chistionare in limba italiana, «la lingua della Patria», nos nareit, seriu seriu, su mastru de iscola. Gai, totus sos pitzinnos de 'idda, intraian in iscola abbistos e allirgos e nde bessian tontos e cari-tristos.»)
  155. a b Salvi, Sergio (1974). Le lingue tagliate, Rizzoli, pg.184
  156. «Des del seu càrrec de capità general, Carles Fèlix havia lluitat amb mà rígida contra les darreres actituds antipiemonteses que encara dificultaven l'activitat del govern. Ara promulgava el Codi felicià (1827), amb el qual totes les lleis sardes eren recollides i, sovint, modificades. Pel que ara ens interessa, cal assenyalar que el nou codi abolia la Carta de Logu – la «consuetud de la nació sardesca», vigent des de l'any 1421 – i allò que restava de l'antic dret municipalista basat en el privilegi.» Joan Armangué i Herrero, Represa i exercici de la consciència lingüística a l'Alguer (ss.XVIII-XX), Arxiu de Tradicions de l'Alguer, Cagliari, I.1
  157. a b «Toso, Fiorenzo. Lingue sotto il tetto d'Italia. Le minoranze alloglotte da Bolzano a Carloforte - 8. Il sardo». 
  158. «Spanu, Gian Nicola. Il primo inno d'Italia è sardo». Archivado desde el original el 11 de octubre de 2017. Consultado el 22 de febrero de 2019. 
  159. a b Manuale di linguistica sarda (Manual of Sardinian linguistics) Archivado el 12 de junio de 2018 en Wayback Machine., 2017, Ed. by Eduardo Blasco Ferrer, Peter Koch, Daniela Marzo. Manuals of Romance Linguistics, De Gruyter Mouton, pp.36
  160. «Il ventennio fascista segnò per la Sardegna l'ingresso nel sistema nazionale. Il centralismo esasperato del governo fascista riuscì, seppure - come si dirà - con qualche contraddizione, a tacitare le istanze regionalistiche, comprimendole violentemente. La Sardegna fu colonialisticamente integrata nella cultura nazionale: modi di vita, costumi, visioni generali, parole d'ordine politiche furono imposte sia attraverso la scuola (dalla quale partì un'azione repressiva nei confronti della lingua sarda), sia attraverso l'organizzazione del partito (che accompagnò, come in ogni altra regione d'Italia, i sardi dalla prima infanzia alla maturità, oltre tutto coinvolgendo per la prima volta - almeno nelle città - anche le donne). La trasformazione che ne seguì fu vasta e profonda. [...] Il prezzo che si pagò fu altissimo: la compressione della cultura regionale, la frattura sempre più netta tra il passato dei sardi e il loro futuro italiano, la riduzione di modi di vita e di pensiero molto radicati a puro fatto di folclore. I codici di comportamento tradizionali delle zone interne resistettero, seppure insidiati e spesso posti in crisi dalla invasione di nuovi valori estranei alla tradizione della comunità; in altre zone della Sardegna, invece, i modelli culturali nazionali prevalsero facilmente sull'eredità del passato e ciò, oltre a provocare una crisi d'identità con preoccupanti riflessi sociali, segnò una frattura non più rimarginabile tra le generazioni.» Guido Melis, La Sardegna contemporanea, in Manlio Brigaglia, La Sardegna. La geografia, la storia, l'arte e la letteratura, v. 1, Edizioni Della Torre, 1982, p. 132.
  161. L. Marroccu, Il ventennio fascista
  162. M. Farinelli, The Invisible Motherland? The Catalan-Speaking Minority in Sardinia and Catalan Nationalism, pp.15
  163. «Quando a scuola si insegnava la lingua sarda». Il Manifesto Sardo. 
  164. a b Remundu Piras, Sardegna Cultura
  165. Massimo Pittau, Grammatica del sardo illustre, Nuoro, Premessa
  166. Salvi, Sergio (1974). Le lingue tagliate, Rizzoli, pg.191
  167. Poddighe, Salvatore. Sa Mundana Cummédia, pp. 32, Domus de Janas, 2009, ISBN 888856989-8
  168. Pala, Carlo (2016). Idee di Sardegna, Carocci Editore, pp.121
  169. Pintore, Gianfranco (1996). La sovrana e la cameriera: La Sardegna tra sovranità e dipendenza. Nuoro: Insula, 13
  170. Relazione di accompagnamento al disegno di legge “Norme per la tutela, valorizzazione e promozione della lingua sarda e delle altre varietà linguistiche della Sardegna”, pp.7
  171. Salvi, Sergio (1974). Le lingue tagliate, Rizzoli, pg.193
  172. Pala, Carlo (2016). Idee di Sardegna, Carocci Editore, pp.118
  173. Sardinia and the right to self-determination of peoples, Document to be presented to the European left University of Berlin – Enrico Lobina
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  176. Pinna, M.T. Catte (1992). Educazione bilingue in Sardegna: problematiche generali ed esperienze di altri paesi, Edizioni di Iniziative culturali, Sassari, pp.166-174
  177. Oppo, Anna. Le lingue dei sardi, p. 50
  178. «Is giugis de sa Cassatzioni: "Su sardu no est una língua bera, est scéti unu dialetu”. aMpI: “Atacu grai meda a sa língua de su pópulu sardu" - Il Minuto Notizie Mediterranee». Archivado desde el original el 24 de septiembre de 2015. Consultado el 13 de septiembre de 2012. 
  179. I mass media in Sardegna (Institut für Linguistik/Romanistik)
  180. Sardinian in Italy
  181. Manuale di linguistica sarda (Manual of Sardinian linguistics) Archivado el 12 de junio de 2018 en Wayback Machine., 2017, Ed. by Eduardo Blasco Ferrer, Peter Koch, Daniela Marzo. Manuals of Romance Linguistics, De Gruyter Mouton, pp.208
  182. Bolognesi, Roberto. Le identità linguistiche dei Sardi, Condaghes, 2013, pg.64-69
  183. Mongili, Alessandro (2013). Introducción a Corongiu, Giuseppe, Il sardo: una lingua normale, Condaghes, 2013
  184. Manuale di linguistica sarda (Manual of Sardinian linguistics) Archivado el 12 de junio de 2018 en Wayback Machine., 2017, Ed. by Eduardo Blasco Ferrer, Peter Koch, Daniela Marzo. Manuals of Romance Linguistics, De Gruyter Mouton, pp.31; 36
  185. Istanza del Prof. A. Sanna sulla pronuncia della Facoltà di Lettere in relazione alla difesa del patrimonio etnico-linguistico sardo. Il prof.Antonio Sanna fa a questo proposito una dichiarazione: «Gli indifferenti problemi della scuola, sempre affrontati in Sardegna in torma empirica, appaiono oggi assai particolari e non risolvibili in un generico quadro nazionale; il tatto stesso che la scuola sia diventata scuola di massa comporta il rifiuto di una didattica inadeguata, in quanto basata sull'apprendimento concettuale attraverso una lingua, per molti aspetti estranea al tessuto culturale sardo. Poiché esiste un popolo sardo con una propria lingua dai caratteri diversi e distinti dall'italiano, ne discende che la lingua ufficiale dello Stato, risulta in effetti una lingua straniera, per di più insegnata con metodi didatticamente errati, che non tengono in alcun conto la lingua materna dei Sardi: e ciò con grave pregiudizio per un'efficace trasmissione della cultura sarda, considerata come sub-cultura. Va dunque respinto il tentativo di considerare come unica soluzione valida per questi problemi una forzata e artificiale forma di acculturazione dall'esterno, la quale ha dimostrato (e continua a dimostrare tutti) suoi gravi limiti, in quanto incapace di risolvere i problemi dell'isola. È perciò necessario promuovere dall'interno i valori autentici della cultura isolana, primo fra tutti quello dell'autonomia, e "provocare un salto di qualità senza un'acculturazione di tipo colonialistico, e il superamento cosciente del dislivello di cultura" (Lilliu). La Facoltà di Lettere e Filosofia dell'Università di Cagliari, coerentemente con queste premesse con l'istituzione di una Scuola Superiore di Studi Sardi, è pertanto invitata ad assumere l'iniziativa di proporre alle autorità politiche della Regione Autonoma e dello Stato il riconoscimento della condizione di minoranza etnico-linguistica per la Sardegna e della lingua sarda come lingua «nazionale» della minoranza. È di conseguenza opportuno che si predispongano tutti i provvedimenti a livello scolastico per la difesa e conservazione dei valori tradizionali della lingua e della cultura sarda e, in questo contesto, di tutti i dialetti e le tradizioni culturali presenti in Sardegna (ci si intende riferire al Gallurese, al Sassarese, all'Algherese e al Ligure-Carlofortino). In ogni caso tali provvedimenti dovranno comprendere necessariamente, ai livelli minimi dell'istruzione, la partenza dell'insegnamento del sardo e dei vari dialetti parlati in Sardegna, l'insegnamento nella scuola dell'obbligo riservato ai Sardi o coloro che dimostrino un'adeguata conoscenza del sardo, o tutti quegli altri provvedimenti atti a garantire la conservazione dei valori tradizionali della cultura sarda. È bene osservare come, nel quadro della diffusa tendenza a livello internazionale per la difesa delle lingue delle minoranze minacciate, provvedimenti simili a quelli proposti sono presi in Svizzera per la minoranza ladina fin dal 1938 (48000 persone), in Inghilterra per il Galles, in Italia per le minoranze valdostana, slovena e ultimamente ladina (15000 persone), oltre che per quella tedesca; a proposito di queste ultime e specificamente in relazione al nuovo ordinamento scolastico alto-atesino. Il presidente del Consiglio on. Colombo, nel raccomandare ala Camera le modifiche da apportare allo Statuto della Regione Trentino-Alto Adige (il cosiddetto "pacchetto"), «modifiche che non escono dal concetto di autonomia indicato dalla Costituzione», ha ritenuto di dover sottolineare l'opportunità "che i giovani siano istruiti nella propria lingua materna da insegnanti appartenenti allo stesso gruppo linguistico"; egli inoltre aggiungeva che "solo eliminando ogni motivo di rivendicazione si crea il necessario presupposto per consentire alla scuola di svolgere la sua funzione fondamentale in un clima propizio per la migliore formazione degli allievi". Queste chiare parole del presidente del Consiglio ci consentono di credere che non si voglia compiere una discriminazione nei confronti della minoranza sarda, ma anche per essa valga il principio enunciato dall'opportunità dell'insegnamento della lingua materna ad opera di insegnanti appartenenti allo stesso gruppo linguistico, onde consentire alla scuola di svolgere anche in Sardegna la sua funzione fondamentale in un clima propizio alla migliore formazione per gli allievi. Si chiarisce che tutto ciò non è sciovinismo né rinuncia a una cultura irrinunciabile, ma una civile e motivata iniziativa per realizzare in Sardegna una vera scuola, una vera rinascita, "in un rapporto di competizione culturale con lo stato (...) che arricchisce la Nazione" (Lilliu)>>. Il Consiglio unanime approva le istanze proposte dal prof. Sanna e invita le competenti autorità politiche a promuovere tutte le iniziative necessarie, sul piano sia scolastico che politico-economico, a sviluppare coerentemente tali principi, nel contempo acquisendo dati atti a mettere in luce il suesposto stato. Cagliari, 19 Febbraio 1971. [Farris, Priamo (2016). Problemas e aficàntzias de sa pianificatzioni linguistica in Sardigna. Limba, Istòria, Sotziedadi / Problemi e prospettive della pianificazione linguistica in Sardegna. Lingua, Storia, Società, Youcanprint]
  186. «Piras, Raimondo. No sias isciau». 
  187. Stranos Elementos, musica per dare voce al disagio sociale
  188. Il passato che avanza a ritmo di rap - La Nuova Sardegna
  189. Cori e rappers in limba alla Biennale - La Nuova Sardegna
  190. «La lingua sarda al cinema. Un’introduzione. Di Antioco Floris e Salvatore Pinna - UniCa». Archivado desde el original el 11 de octubre de 2017. Consultado el 29 de mayo de 2016. 
  191. [http://www.labarbagia.net/notizie/comunicati-stampa/8582/facebook-in-sardo-e-possibile-ottenerlo-se-noi-tutti-compiliamo-la-richiesta Facebook in sardo: è possibile ottenerlo se noi tutti compiliamo la richiesta, La Barbagia.net}}
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  193. Via alle traduzioni, Facebook in sardo sarà presto una realtà, SardegnaLive
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