Según los datos del ISTAT (Instituto de Estadística Italiano), Italia contaba con 58 997 002 habitantes el 31 de diciembre de 2022.[1] Italia posee la quinta mayor densidad poblacional en Europa, con un promedio de 199,68 hab./km²
Población
Población actual
58 870 764 habitantes (estimación de 2023 de la ONU)[2]
Características
A partir de mediados de los años setenta del siglo XX, la población italiana experimentó un cambio en su ritmo de crecimiento, que decreció hasta el 0,0 % de media anual entre 1985-1990. El descenso de la tasa de mortalidad fue acompañado por un descenso considerable de la tasa de natalidad.
A las tendencias demográficas les afectaron asimismo los tradicionales movimientos migratorios que hasta entonces habían hecho de Italia una de las mayores reservas de mano de obra de Europa y América. Italia pasó a convertirse en punto de llegada de inmigrantes de países en desarrollo; pero, sobre todo, se establecieron importantes corrientes migratorias internas, con un movimiento masivo de población del sur hacia Roma y el norte industrializado (Turín, Milán, Génova, Florencia, Bolonia).
La concentración de la población italiana en los núcleos urbanos (69 % de población urbana) ha generado una red homogénea de grandes ciudades, que desempeñan el papel de centros regionales (Nápoles, 959 188 hab.; Turín, 875 698; Palermo, 663 401; Génova, 578 000; Bolonia, 390 636, y Florencia, 378 839), con dos destacados núcleos a nivel nacional; Roma (2.856.133 hab.), la capital política, y Milán (1.378.689), la capital económica.
Los grupos minoritarios son pequeños, siendo el mayor de éstos el de habla alemana en el Sudtirol (según el censo de 2011, la población se encuentra compuesta por aproximadamente 315 000 personas de habla alemana y solo 115 000 de habla italiana) y los eslovenos alrededor del Trieste. Otros grupos minoritarios con lenguajes parcialmente oficiales incluyen la minoría de habla francoprovenzal en la región del Valle de Aosta, los sardos, y el catalán en Alguer (Cerdeña).
El catolicismo es la religión predominante (74,4 % de la población en 2017), le siguen los no creyentes y ateos (22,6 %) y creyentes en otras religiones (3 %) entre los que existen comunidades maduras de protestantes y judíos y una comunidad islámica creciente.
Entre los siglos XVI y XIX las principales ciudades estaban en el centro (Roma) y sur (Nápoles, Palermo). A partir de la industrialización de finales del siglo XIX, las ciudades de norte (Milán, Turín, Génova) aumentaron considerablemente su población. El siguiente cuadro resume la evolución histórica del período 1800-1980:[4]
Población de las principales ciudades italianas (en miles de habitantes) 1800-2010.