Carlota Luisa de Godoy y Borbón
Carlota Luisa Manuela de Godoy y Borbón, II duquesa de Sueca (Madrid, 7 de octubre de 1800 - París, 13 de mayo de 1886) fue una aristócrata española, hija del primer ministro Manuel Godoy. BiografíaCarlota Luisa Manuela de Godoy y Borbón nació el 7 de octubre de 1800 en Madrid. Su padre fue Manuel Godoy y Álvarez de Faria (1767-1851), príncipe de la Paz, duque de la Alcudia y de Sueca, etc., todopoderoso valido del rey Carlos IV. Y su madre, María Teresa de Borbón y Vallabriga, XV condesa de Chinchón y prima carnal de Carlos IV: hija del infante Don Luis de Borbón y de María Teresa de Vallabriga. El matrimonio de sus padres había sido concertado para honrar a su padre emparentándole con la familia real, por los reyes Carlos IV y María Luisa, cuyos nombres llevaría en su honor, y viajaron hasta la corte desde El Escorial para apadrinarla en su bautizo, que fue oficiado en la Real Cámara por el cardenal Lorenzana, arzobispo de Toledo. A continuación, madre e hija fueron condecoradas con la banda de la Orden de María Luisa. A pesar de este inicio con auspicios halagüeños, el matrimonio fue muy desavenido. Los esposos vivieron separados desde poco después del nacimiento de Carlota Luisa. Fruto de la relación de su padre con Pepita Tudó, que había iniciado antes de su matrimonio, tuvo dos medio-hermanos menores: Manuel Luis (1805-1871) y Luis Carlos (1807-1818). Su infancia estuvo marcada por la ausencia del padre y la falta de amor de su madre, la condesa de Chinchón, que «aborrecía su presencia». En 1808, el Motín de Aranjuez provocó la caída de Godoy, que partió desterrado hacia Roma con toda su familia (es decir: con sus dos familias). El exilio romano también dejó profunda huella en el carácter y formación de la muchacha. La reina María Luisa de Parma, su madrina de pila, intentó suplir la falta de amor de sus padres prodigándole su cariño y protección. Hacia 1815, hallándose la propia reina exilada también en Roma, consideró casarla con su hijo el infante Francisco de Paula (al que algunos suponían fruto de una relación adúltera de la soberana con Godoy y por tanto hermano de Carlota). El nuevo rey Fernando VII guardaba a Godoy un gran rencor: confiscó sus bienes, suprimió todas las dignidades y pensiones que le había otorgado su padre, y durante muchos años le prohibió regresar a España con su familia. También se opuso al casamiento de Carlota Luisa con varios pretendientes que se le ofrecieron. Pero al fin le dio Real Licencia para casar con un noble italiano en 1821, durante la cesación del absolutismo provocada por el Pronunciamiento de Riego. Y en seguida fue también autorizada a volver a España por la Junta de Gobierno Provisional, que presidía su tío el cardenal Luis María de Borbón y Vallabriga. Su madre falleció en París el 24 de noviembre de 1828. A raíz de ello, Fernando VII mandó restituir a la difunta la mitad de los bienes confiscados a Godoy en 1808, mediante una Real Orden dada el 1 de enero de 1829, de modo que Carlota los recibiría en herencia. Seis días después, su padre —que usaba por entonces el título de Conde de Castillo Fiel, contrajo segundo matrimonio con Josefa (Pepita) de Tudó y Catalán, que había sido su amante durante muchos años. Fruto de esta relación adúltera, Carlota Luisa tenía un hermano consanguíneo (legitimado por el subsiguiente matrimonio de sus padres): Manuel Luis de Godoy y Tudó (1805-1871), que fue II príncipe de Bassano y II conde de Castillo Fiel. Carlota Luisa era la única nieta legítima del infante Don Luis, por lo que también heredó los bienes de su tía María Luisa de Borbón y Vallabriga, que testó a su favor por no haber tenido hijos de su matrimonio con Joaquín José Melgarejo y Saurín, duque de San Fernando de Quiroga. Esta herencia incluía la colección de pinturas que la duquesa de San Fernando hubo de sus padres y de su hermano el cardenal, así como la dehesa de Araya, situada entre Navas del Madroño y Brozas, en la provincia de Cáceres. Matrimonio y descendenciaContrajo matrimonio en Roma el 8 de noviembre de 1821 con Camilo Rúspoli y Khevenhüller-Metsch (1788-1864), príncipe del Sacro Imperio, jefe del escuadrón de Dragones del papa León XII, caballero de la Orden de Malta, gran cruz de la de Carlos III y maestrante de Granada. Nacido en Roma el 20 de marzo de 1788 y finado en Florencia el 30 de julio de 1864, fue el tercer hijo varón de Francesco Ruspoli, III príncipe de Cerveteri, III marqués de Riano y VIII conde de Vignanello (títulos romanos), gran maestre del Sacro Hospicio Apostólico, caballero del Toisón de Oro (rama austriaca), chambelán del emperador Francisco II y su embajador en Roma, y de la condesa Leopoldina von Khevenhüller-Metsch.[1] Este matrimonio fue autorizado por el rey Fernando VII, como se ha dicho, y tuvo por fruto dos hijos varones:
Títulos y distinciones
Carlota Luisa de Godoy y Borbón estaba llamada a suceder en los títulos de su padres: no solo en los de su madre, de quien era unigénita, sino también —pese a tener un hermano consanguíneo varón legitimado— en los títulos españoles y portugueses de su padre, pues le habían sido otorgados a Godoy «en contemplación de su matrimonio» con una prima carnal de Carlos IV. Poseyó los siguientes:
Sin embargo, por diversas razones, no heredó algunos títulos de su padre, como el de príncipe de la Paz (expropiado en 1808 por el rey Fernando VII y no restituido en 1847 por Isabel II), el de duque de la Alcudia (en el que sucedió directamente su hijo primogénito, Adolfo), o el de barón de Mascalbó (que permaneció vacante hasta que fue rehabilitado en 1995 en favor de un descendiente suyo). El título romano de príncipe de Bassano, otorgado a Godoy por el papa Pío VIII en 1830, era de carácter feudal y agnaticio y se sucedió en la descendencia que tuvo con la Tudó.
En virtud de la Real Orden de 1829 que le restituía parte de los bienes paternos y de la Real Carta del año siguiente por la que sucedió como duquesa de Sueca, Carlota de Godoy poseyó nominalmente el señorío de la Albufera de Valencia, antigua posesión de la Orden de Montesa adquirida por su padre en 1802. El rey Carlos IV, como administrador perpetuo del maestrazgo, se lo había vendido a Godoy con sus derechos anejos al precio de cinco millones y medio de reales. Este señorío fue de gran importancia económica por los derechos de pesca y de riego que comportaba, pero ya había dejado de producir rentas, por la abolición de los señoríos en España. Hasta el final de su vida, la duquesa Carlota Luisa litigó contra el Ayuntamiento de Sueca para evitar la extinción de estos derechos señoriales.[3][4]
Costados
Referencias
Bibliografía y enlaces externos
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