El automóvil (también conocido como auto, coche o carro en algunos países hispanoamericanos) es un vehículomotorizado con ruedas utilizado para el transporte. Está compuesto por diversas partes, como motor, chasis, tipo de carrocería y sistemas de dirección, frenos y suspensión. La mayoría de las definiciones de automóvil hacen referencia a los vehículos que circulan principalmente por las carreteras, con capacidad de una a ocho personas. Cuentan con cuatro neumáticos y transportan principalmente a personas, antes que mercancías.
El término «automóvil» (del griegoαὐτο "uno mismo", y del latínmobĭlis "que se mueve") se utiliza por antonomasia para referirse a los automóviles de turismo.[1] En una definición más general, se refiere a un vehículo autopropulsado destinado al transporte de personas o mercancías sin necesidad de carriles.[1]
La historia de la automoción, en sentido estricto, comienza en el siglo XVII. La palabra deriva del griego αὐτός autós, «a sí mismo», y del latín mobilis, «que se mueve», sobre todo para distinguir entre los vehículos a motor y los de tracción animal. De estos vehículos autopropulsados se conocieron muchos tipos diferentes a través de las épocas.
Una forma de clasificarlos sería el método empleado para la propulsión; desde este punto de vista, los más significativos fueron los impulsados por vapor del siglo XVIII.
Masa en orden de marcha: tara + chofer de 75 kg (165 libras).
Masa en carga: masa efectiva del vehículo.
Masa máxima autorizada: M. M. A. La masa máxima permitida para el vehículo en vías públicas.
Masa máxima técnicamente admisible: La masa máxima para la utilización del vehículo basada en su construcción según especificaciones del fabricante.
Masa remolcable máxima autorizada: masa máxima autorizada en vía pública para un remolque o semirremolque.
Masa por eje: la que gravita sobre el suelo transmitida por la totalidad de las ruedas acopladas a un eje en cada uno de los casos anteriormente descritos.
Categoría 5: Mínimo cuatro ruedas, destinados al transporte de personas con una M. M. A. de hasta 3500 kg (3,5 t; 7716,2 lb).[cita requerida]
Método de propulsión
Los automóviles se impulsan mediante diferentes tipos de motores, tales como:
De vapor: Fueron los primeros motores empleados en máquinas automóviles. Su principio de funcionamiento se basa en quemar un combustible para calentar agua dentro de una caldera, que fue inicialmente mediante leña o carbón por encima del punto de ebullición, generando así una elevada presión en su interior. Cuando se alcanza determinado nivel de presión el vapor es conducido, mediante válvulas, a un sistema de cilindros que transforma la energía del vapor en movimiento alternativo, que a su vez es transmitido a las ruedas. El uso más habitual de estos motores fue en los ferrocarriles.
Eléctrico: Consumen electricidad que se suele suministrar mediante baterías que admiten varios ciclos de carga y descarga. Durante la descarga, la energía interna de los reactivos es transformada parcialmente en energía eléctrica. Este proceso se realiza mediante una reacción química de reducción-oxidación, dando lugar a la oxidación en el terminal negativo, que actúa como ánodo; y la reducción en el terminal positivo, que actúa como cátodo. La energía eléctrica obtenida es transformada por el motor eléctrico en energía mecánica. Durante la carga, se proporciona energía eléctrica a la batería para que aumente su energía interna y la reacción reversible de oxidación-reducción se realiza en sentido opuesto al de la descarga, dando lugar a la reducción en el terminal negativo, que actúa de como cátodo y la oxidación en el terminal positivo que actúa como ánodo.
Existe debate sobre la viabilidad energética de estos combustibles y cuestionamientos por el efecto que tienen al competir con la disponibilidad de tierras para el cultivo de alimentos.[5][6] Sin embargo, tanto el impacto sobre el ambiente como el efecto sobre el precio y disponibilidad de los alimentos dependen del tipo de insumo que se utilice para producir el biocombustible.[7][8][9][10] En el caso del bioetanol, cuando es producido a partir de maíz se considera que sus impactos son significativos y su eficiencia energética es menor, mientras que la producción de etanol en Brasil a partir de caña de azúcar es considerada sostenible.[7][8][9][11][12] No obstante también existe biodiésel obtenido de aceites vegetales usados y desechados ya para alimentación que no tendrían impacto negativo alguno en el medio ambiente.
Accionamiento eléctrico
Aunque hace muchos años que se utilizan los vehículos eléctricos en diferentes ámbitos del sector industrial, ha sido recientemente, sobre todo por cuestiones políticas, que se han comenzado a producir en serie turismos con motor eléctrico. Si bien la autonomía de estos vehículos es muy limitada debido a la poca carga eléctrica almacenable en las baterías por unidad de masa, en un futuro esa capacidad podría aumentarse.[14]
La propulsión eléctrica tiene la principal desventaja en su peso, corta autonomía y excesivo tiempo de recarga (debido a las baterías); como ventajas, tienen la variación continua de velocidad, sencillez, ya que no requiere embrague ni caja de engranes; y recuperabilidad de la energía al frenar.
Los híbridos pueden ser vehículos de combustión que mueven un generador eléctrico para cargar baterías, o bien, con ambos sistemas: de combustión y eléctrico instalados separadamente.
Recientemente se ha comenzado la comercialización de automóviles de turismo híbridos, que poseen un motor eléctrico principal o uno en cada rueda. Además, tienen un motor térmico de pistones o turbina que mueve a un generador a bordo, para recargar las baterías mientras se viaja, que funciona cuando las baterías se descargan. Las baterías se recargan con la energía proporcionada por el generador eléctrico movido por el motor térmico o al frenar el automóvil con freno regenerativo.
Los turbogeneradores tienen ventajas de peso, limpieza, bajo mantenimiento y variabilidad de combustibles, sobre todo en estas épocas de incertidumbre petrolera, ante los motores de pistones. En todo caso, siguen siendo vehículos de combustión con la opción eléctrica para desplazamientos cortos.
Otros sistemas de propulsión
Otra forma de energía para el automóvil es el hidrógeno, que no es una fuente de energía primaria, sino un vector energético, pues para su obtención es necesario consumir energía. La combinación del hidrógeno con el oxígeno deja como único residuo vapor de agua. Hay dos métodos para aprovechar el hidrógeno: uno mediante un motor de combustión interna y otro mediante pila de combustible, una tecnología actualmente cara y en pleno proceso de desarrollo. El hidrógeno normalmente se obtiene a partir de hidrocarburos mediante el procedimiento de reformado con vapor. Podría obtenerse por medio de electrólisis del agua, pero no suele hacerse pues es un procedimiento que consume más energía de la que después aporta.
También existen motores experimentales que funcionan con aire comprimido. La compresión del aire debe ser generada previamente con otro motor, por lo que se consume más energía en la generación de la que se recupera después y no son prácticos.
Datos técnicos de un automóvil que figuran en los catálogos comerciales
Los establecimientos comerciales que venden automóviles nuevos facilitan a los compradores que se interesan por sus vehículos catálogos comerciales donde figuran datos de cada modelo como los siguientes:[15]
Tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h (0 a 62 mph), en segundos.
Tiempo de aceleración entre dos velocidades en una marcha concreta, en segundos.
Tiempo de aceleración para recorrer 1 km (1000,0 m; 0,6 mi) desde que empieza a moverse, en segundos.
Consumos
En ciclo urbano, ciclo extra urbano, ponderado. Suele indicarse en L/100 km en Europa y en millas por galón (usmpg) en Estados Unidos.
Emisiones de CO2
En ciclo urbano, ciclo extraurbano y ponderado. Se expresa en g/km.
Transmisión
Tipo de caja de cambios, número de velocidades, relaciones de reducción, velocidad de circulación a una determinada velocidad del motor en cada marcha.
Tipo de suspensión delantera y trasera, tipo de mecanismo de dirección, radio de giro mínimo, asistencias como spoilers, alerones, difusores, separadores ("splitter"), faldones laterales, etc.
En Europa ha estado extendiendo entre los consumidores la tendencia a comprar coches que generen menos contaminación, uno de los mayores problemas actuales en el mundo. Algunas marcas como Honda, Toyota, Chevrolet, Ford Motor Company, entre otras, ya están yendo hacia la electrificación del transporte con vehículos híbridos, es decir, un motor de combustión combinado con un eléctrico. Esto es debido las altas demandas y efectos que tienen los carros de combustión interna en el entorno; alrededor del 26% de todas las fuentes de energías primarias del mundo son usadas solamente en medios de transporte, los cuales a la vez, contribuyen al 23% de emisiones de efecto invernadero que dañan al planeta.[16]
En España y en relación con la etiqueta energética de la Unión Europea ya están disponibles también para los coches. Los vehículos clasificados como "A" y "B" emiten niveles de CO2 por debajo del umbral de 120 g (4,2 onzas)/km, los vehículos clasificados como "G", en cambio, emiten más del doble.[17]
La sociedad JATO Dynamics, nacida en 1984 y presente en más de 40 países, evaluó por marca cuáles son en promedio los que producen los vehículos menos contaminantes. Derivado de dicha investigación, FIAT ocupó el primer lugar con 133,7 g (4,7 onzas)/km. Le siguen Peugeot con 138,1 g (4,9 onzas)/km, Citroën con 142,4 g (5 onzas)/km, Renault con 142,7 g (5 onzas)/km, Toyota con 144,9 g (5,1 onzas)/km y Ford Motor Company con 147,8 g (5,2 onzas)/km.[18]
En la actualidad, la normativa europea sobre emisiones no limita las emisiones de CO2 en automóviles, aunque sí se indica el CO2 que emiten los automóviles en la etiqueta energética y, con la entrada en vigor de la norma Euro V el 1 de septiembre de 2009 y tras un período de adaptación que finalizó en 2012, se reducen los niveles medios de CO2 de cada marca a 130 g (4,6 onzas)/km. Cabe indicar que las emisiones de CO2 de un motor térmico, son proporcionales al consumo de combustible,[19] considerando que realizan una combustión completa; siendo la razón de proporcionalidad diferente para cada combustible, en función de su concentración de carbono.
↑ abMitchell, Donald (julio de 2008). «Policy Research Working Paper: A note on Rising Food Crisis»(PDF). Banco Mundial(en inglés) (4682). Disclaimer: Este trabajo refleja los resultados, interpretación y conclusiones de los autores y no necesariamente representa la visión del Banco Mundial. Archivado desde el original el 11 de diciembre de 2008. Consultado el 29 de julio de 2008.
↑Duailibi, Julia (28 de abril de 2008). «Ele é o falso vilão». Veja(en portugués) (São Paulo, Brasil). Archivado desde el original el 6 de mayo de 2008. Consultado el 29 de julio de 2008. «Acusado de reduzir a oferta de comida no planeta, o etanol brasileiro estimula o plantio de alimentos».
↑Tachinardi, Maria Helena (13 de junio de 2008). «Por que o Brasil não agarra logo essa chance». Época(en portugués). Edición impresa. Para mayores detalles, siga los enlaces en el cuadro "Veja também". Brasil: Grupo Globo. p. 73. Archivado desde el original el 19 de julio de 2011. Consultado el 6 de agosto de 2008.
↑«2022 Production Statistics». International Organization of Motor Vehicle Manufacturers(en inglés). Archivado desde el original el 30 de diciembre de 2023.